Por lo general, las fibras que componente el amianto suelen estar mezcladas con otros materiales, como, por ejemplo, cemento o cola. Esto implica que para romper el material se precisa de herramientas con las que conseguir romperlo. Sin embargo, si sabes lo que es el amianto friable, sabrás que es precisamente lo contrario y, por lo tanto, aún más peligroso.
Qué es el amianto friable
El amianto friable es el asbesto en el que las fibras no están unidas por otro material. Esto implica que, cuando se seca, puede ser fácilmente pulverizado con la mano, por lo que las fibras pueden deshacerse o disgregarse muy fácilmente.
Tipos de materiales:
- Mortero en fachadas
- Aislantes fabricados con celulosa o cartón
- Tipos de pintura
- Fibras para aislante acústico y térmico
Diferencia entre el amianto friable y no friable
En ambos casos estamos hablando de amianto, pero se trata de estados muy diferentes del mismo. La principal diferencia está en las características físicas de cada tipo de amianto. El amianto friable es aquel en el que las fibras no están únicas por otro material, mientras que en el amianto no friable las fibras están mezcladas con otros materiales. Esto implica que el amianto friable sea mucho más peligroso, ya que se desprenderá mucho más fácilmente. De esta forma, el amianto no friable suele encontrarse en chapas de uralita, mientras que el friable suele ser espuma que se coloca sobre alguna superficie.
Aspectos a tener en cuenta del amianto friable
Las características amianto friable hacen que sea un material muy toxico. Por eso, está prohibido no solamente utilizarlo, sino incluso tenerlo en cualquier estructura. Por eso, si sospechas que estas conviviendo con este material, debes contactar inmediatamente con una empresa especializada para su retirada.
Ten en cuenta que los efectos nocivos del amianto para la salud, no se manifestarán hasta varios años después, pero la intoxicación por contacto con estas fibras comienza desde el primer momento en contacto con ellas. Además, ocasiona enfermedades respiratorias muy graves que pueden incluso desembocar en cáncer de pulmón o enfermedades crónicas incurables.
Por qué es más peligroso
El peligro amianto friable es mucho más grave que en otros casos. Ten en cuenta que, si en tu parking o en tu sala de calderas se ha aplicado esta espuma, algo muy habitual hace años para aislar la sala, el material está directamente sobre la superficie y expuesto. Esto implica que, al secarse y con el paso de los años, las fibras se desprenden. Al estar en el aire que respiras es mucho más fácil que lo inhales y, teniendo en cuenta que se trata de un elemento toxico, el peligro y el riesgo para las personas expuestas es mucho mayor.
En el caso del amianto no friable, las fibras de este solamente se esparcen por el aire cuando se consigue romper el material. Este es mucho más resistente y se suele necesitar de una herramienta o producirse un golpe para que ocurra. Por eso, es mucho más peligroso el amianto friable en el que las fibras se van deshaciendo sin necesidad de romper el material.
¿Se elimina de la misma forma estos elementos?
La eliminación del amianto siempre debe realizarse con una empresa profesional y que este inscrita en el RERA. Esto es lo que estipula la normativa y la única forma de garantizar mayor seguridad para las personas expuestas a su manipulación. Sin embargo, el amianto friable y su retirada precisan de un proceso aún más específico llamado confinamiento dinámico. En cualquier caso, necesitarás profesionales formados y con las herramientas necesarias para poder ejecutarlo.
¿Sigue siendo obligatorio quitar este material?
Mientras que el amianto no friable puede conservarse si está en buen estado y aún no ha llegado al final de su vida útil, este no es el caso del amianto friable. Estas espumas ya han llegado todas al final de su vida útil y aunque no fuera así seguirían siendo un gran riesgo para la salud. Por esa razón, es obligatoria su retirada y eliminación.
Cómo identificar el amianto friable en casa
Puedes sospechar de la presencia de materiales con amianto friable porque estos son muy fáciles de desmenuzar o romper con la mano. Por lo general, puedes encontrarlo como aislamiento de tuberías antiguas o detectando polvo parecido al talco. Sin embargo, es tan toxico, que incluso encontrar estos elementos o tratar de comprobar si se desmenuza fácilmente es un peligro.
Por eso, la detección amianto friable precisa de un buen análisis previo y llevado a cabo por profesionales. No bastará con una inspección visual, ya que hay muchos otros materiales que pueden tener un aspecto similar y no ser realmente este elemento tóxico. Para estar más seguro puedes revisar la documentación técnica del edificio para comprobar si hay asbestos, aunque si se ha añadido posteriormente para reforzar el aislamiento, es posible que no aparezca.
Por eso, si sospechas que en tu vivienda u oficina puede haber amianto, lo que debes hacer es contactar con profesionales. De esta forma, podrán analizar la vivienda y comprobar si realmente hay amianto o no.
Lugares más comunes donde se puede localizar
- Paneles aislantes del calor/ frío y ruido
- Amianto proyectado
- Justas de aislamiento
- Cordones en aislamiento de calderas
Qué se debe hacer si se detecta este tóxico
Lo más importante es no tocarlo ni intentar retirarlo. A pesar de que sea un grave peligro convivir con este material, el riesgo y el peligro serán mucho mayores si lo intentas retirar por tus medios. Para poder hacerlo, se necesita un equipo adecuado y especial de protección, ya que las partículas se dispersan muy rápidamente y están en el aire, por lo que podrías intoxicarte mucho más si lo haces de cualquier forma. Además, debido al grave peligro que supone, la normativa establece que debes llamar a una empresa especializada en la retirada de amianto. De esta forma, con la formación, los permisos y las herramientas necesarias, se ocuparán de retirarlo para que no siga formando parte de tu vivienda y no sea un riesgo par los tuyos.