Seguro que te suena la palabra “amianto” o incluso “uralita”, ¿verdad? Lo que quizá no sabes es que todavía hoy, en pleno 2025, hay muchísimas instalaciones deportivas en España que tienen este material oculto en sus estructuras. Y lo peor es que el riesgo no es solo para quien construyó el edificio, sino para quienes lo utilizan a diario: deportistas, entrenadores, niños y familias. Por eso, es fundamental saber detectar su presencia, entender sus peligros y actuar con rapidez y responsabilidad. En esta ocasión, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre el amianto en instalaciones deportivas. Y no te preocupes, no te soltaremos un tostón técnico. Vamos a hablar claro y directo, como debe ser cuando se trata de salud pública.
¿Qué es el amianto y por qué sigue siendo un problema?
Antes de entrar en materia, dejemos clara una cosa: el amianto es un material altamente tóxico, prohibido en España desde 2002, pero muy utilizado durante décadas por su resistencia y bajo coste. Se encuentra en forma de placas de uralita, techos, bajantes, conductos, suelos o incluso en sistemas de ventilación. El problema viene cuando este material se degrada, se rompe o se manipula mal, liberando fibras microscópicas que pueden provocar enfermedades respiratorias muy graves, como la asbestosis o el cáncer de pulmón.
¿Por qué hay amianto en instalaciones deportivas?
Durante los años 70, 80 e incluso parte de los 90, el amianto se usó a diestro y siniestro en todo tipo de construcciones públicas. Polideportivos, gimnasios, piscinas municipales, vestuarios e incluso techos de canchas al aire libre fueron construidos con materiales que hoy están en el punto de mira.
Esto significa que muchas instalaciones deportivas construidas antes de los 2000 probablemente albergan amianto en alguno de sus elementos estructurales.
¿Dónde suele encontrarse el amianto en instalaciones deportivas?
Aquí van los puntos clave donde suele esconderse este enemigo invisible:
Techos y cubiertas de uralita en pabellones o gimnasios.
Bajantes de agua en vestuarios antiguos.
Tuberías de calefacción o agua caliente.
Placas de falso techo en salas multiusos.
Paneles aislantes en salas de máquinas.
Recubrimientos en zonas técnicas (como salas de calderas o almacenes).
Principales riesgos del amianto en gimnasios y centros deportivos
Ahora que ya sabes dónde está, toca hablar claro sobre lo que supone. Porque no estamos hablando de algo que molesta, sino de un riesgo real y muy serio.
Inhalación de fibras
El riesgo principal es que, al deteriorarse o romperse, el amianto libera fibras que quedan suspendidas en el aire. Basta con respirar cerca para que esas fibras lleguen a los pulmones, pueden provocar enfermedades pulmonares como la asbestosis.
Exposición prolongada
Entrenadores, monitores y trabajadores del centro están expuestos muchas horas al día, lo que multiplica el riesgo a largo plazo.
Usuarios especialmente vulnerables
Niños, adolescentes y personas mayores son mucho más sensibles a los efectos de las fibras de amianto.
Actividades físicas que movilizan partículas
El movimiento intenso, los golpes de pelotas, o incluso vibraciones por música o equipos de gimnasia pueden alterar estructuras con amianto en instalaciones deportivas sin que nadie lo note.
¿Cómo detectar amianto en instalaciones deportivas?
La detección del amianto no es cosa de andar mirando a ojo. Hay que hacerlo bien. Te dejamos los pasos habituales que seguimos en una inspección profesional.
Estudio técnico del edificio
Revisamos planos, antigüedad de la construcción y materiales usados. Esto ya da pistas bastante claras.
Inspección visual por especialistas
Nos fijamos en todos los puntos críticos y hacemos un mapeo detallado de posibles focos de amianto.
Toma de muestras
Si hay dudas, se toman muestras de materiales sospechosos y se analizan en laboratorio acreditado.
Informe oficial
El resultado es un documento legal con fotos, análisis y recomendaciones para actuar con garantías.
¿Qué dice la normativa sobre el amianto en centros deportivos?
Aquí no hay debate. La ley es clara:
Prohibido su uso desde 2002.
Obligatoria su retirada en caso de deterioro.
Los ayuntamientos son responsables de garantizar la seguridad en instalaciones públicas.
Cualquier actuación debe hacerla una empresa especializada y registrada como la nuestra.
Así que si gestionas un polideportivo, un gimnasio público o una instalación con uralita, no puedes mirar hacia otro lado.
Retirada de amianto en polideportivos: ¿cómo lo hacemos?
La retirada rápida y segura de amianto requiere técnica, experiencia y, sobre todo, muchísima responsabilidad. Así es como lo hacemos nosotros.
Plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral
Antes de tocar nada, presentamos un plan detallado con medidas de seguridad, equipos y tiempos de ejecución.
Montaje de zona de confinamiento
Creamos un entorno estanco con ventilación controlada para evitar que las fibras se escapen.
Retirada de materiales contaminados
Se hace con trajes y mascarillas especiales, herramientas específicas y protocolos de limpieza estrictos.
Transporte a vertederos autorizados
Nada se tira al contenedor de la esquina. El amianto va embalado, etiquetado y con trazabilidad.
Certificación final
Entregamos un certificado oficial conforme se ha retirado el amianto correctamente y el lugar es seguro.
¿Qué hacer si sospechas que hay amianto en tu centro deportivo?
Aquí van los pasos que deberías seguir sin perder tiempo:
No manipules nada ni intentes arreglarlo por tu cuenta.
Contacta con una empresa experta como la nuestra.
Pide una inspección urgente y gratuita.
Si se confirma, exige un plan de retirada inmediato.
Informa a los usuarios de forma clara y transparente.
Amianto en vestuarios y zonas comunes: otro foco de riesgo
Muchas veces, el amianto no está en las zonas de juego, sino en vestuarios, baños, pasillos o zonas técnicas. Y como están más cerradas, el peligro es mayor.
La buena noticia es que su retirada suele ser rápida y poco invasiva. En cuestión de días, puedes tener el espacio libre de peligro y certificado como seguro.
Seguridad en instalaciones deportivas: un derecho de todos
Los deportistas tienen derecho a entrenar y competir en un entorno sano. Los trabajadores, a no exponerse sin saberlo. Y tú, como responsable o gestor, a tomar decisiones con conocimiento de causa.
En definitiva, la retirada de amianto en instalaciones deportivas no es un gasto, es una inversión en salud, confianza y cumplimiento normativo.
Salud, legalidad y confianza
Como has visto, el amianto en instalaciones deportivas es un problema más común de lo que parece. Y aunque muchas veces no se ve, sigue ahí, silencioso pero peligroso.
Actuar a tiempo es la mejor forma de evitar sustos, denuncias o cierres. Pero no puedes hacerlo con cualquiera. Necesitas una empresa autorizada, con experiencia y que cumpla con todas las garantías.
En nuestra empresa somos expertos en retirada de amianto, llevamos años ayudando a centros deportivos, colegios y entidades públicas a eliminar el amianto de sus instalaciones de forma rápida, segura y legal. Si sospechas que tu instalación puede estar afectada, no lo dejes para más adelante. Contacta con nosotros y te lo resolvemos sin complicaciones.
Porque tu tranquilidad y la de quienes usan tu centro deportivo es lo primero. Y para eso, estamos nosotros.