Durante muchos años, en España se utilizó un material muy común en cubiertas, bajantes, tejados y fachadas: la uralita. A día de hoy, todavía muchas personas confunden conceptos y se preguntan si es lo mismo hablar de amianto que de fibrocemento. Aquí es donde entra el famoso dilema amianto vs fibrocemento, una duda que sigue generando preocupación, sobre todo cuando hay reformas de por medio o se descubre un techo antiguo en mal estado.
Qué es el fibrocemento y por qué se usó tanto
Para entender la diferencia entre amianto vs fibrocemento, primero necesitas saber qué es cada uno. El fibrocemento es un material de construcción hecho a base de cemento al que se le añaden fibras para hacerlo más resistente. El problema es que, durante décadas, esas fibras eran de amianto.
Por tanto, sí, muchas veces cuando hablamos de fibrocemento estamos hablando, en realidad, de fibrocemento con amianto. Esta mezcla fue una solución muy usada porque era barata, duradera y soportaba muy bien el paso del tiempo y las inclemencias del clima. Así se popularizó su uso en tejados, bajantes, depósitos y jardineras. Se convirtió en un estándar.
Eso sí, no todo el fibrocemento lleva amianto. Existen variantes fabricadas después del año 2002, cuando el uso del amianto fue prohibido en España, que utilizan fibras sintéticas o celulosa en su lugar. Es decir, existen productos de fibrocemento sin amianto y completamente seguros.
Amianto vs fibrocemento: ¿es lo mismo?
Aquí está la clave de todo. Aunque están muy relacionados, no son lo mismo. El fibrocemento es un tipo de material, mientras que el amianto (o asbesto) es una fibra que se le puede añadir. En otras palabras, el fibrocemento puede contener amianto… o no.
Antes del año 2002, casi todo el fibrocemento en España llevaba amianto. A partir de esa fecha, se obligó por ley a dejar de usarlo. Por eso, si tu tejado o instalación fue colocada antes de ese año, es muy probable que sí lo contenga. Y ahí es donde entra el riesgo.
Por tanto, cuando hablamos de amianto vs fibrocemento, estamos comparando la presencia o ausencia de una sustancia peligrosa dentro de un material común. No hay que confundirlos, pero sí entender cómo se relacionan.
Cómo saber si tienes amianto en casa
Este punto es fundamental. A simple vista, el fibrocemento con amianto y el que no lo tiene se parecen muchísimo. Y eso complica las cosas.
Una de las pistas más claras es la fecha de instalación. Si el tejado, los bajantes o las placas fueron colocadas antes de 2002, es bastante probable que lleven amianto. Otro indicio puede ser el aspecto: suelen ser grises, ondulados y con una textura algo rugosa. También puede que veas marcas como “NT” o “CAF”, que solían indicar presencia de asbesto.
Pero ojo, esto no es infalible. A veces no hay etiquetas, el material está muy deteriorado o simplemente no se puede acceder con seguridad para comprobarlo. Por eso, si tienes dudas, lo mejor es contactar con profesionales como nosotros para que hagamos una inspección sin riesgo.
Qué es el amianto oculto y por qué es un problema
Muchas veces, el amianto no está a la vista. Y eso lo hace aún más peligroso. Se le llama amianto oculto al que está detrás de techos falsos, dentro de paredes, bajo suelos o integrado en elementos constructivos que pasan desapercibidos.
Lo típico es que se descubra al hacer una obra. Se levanta una baldosa, se rompe una pared… y ahí aparece una vieja placa que nadie esperaba. El susto viene después, cuando te das cuenta de que eso que parecía una simple capa de aislamiento puede contener amianto.
Este tipo de situaciones son bastante comunes, sobre todo en edificios antiguos. Y la mejor manera de evitarlas es hacer un diagnóstico previo. Nosotros podemos ayudarte con eso, sin necesidad de romper nada y con métodos totalmente seguros.
Riesgos del fibrocemento con amianto
El mayor problema del fibrocemento con amianto no es su presencia, sino su deterioro. Mientras está en buen estado, sin roturas ni grietas, el riesgo de exposición es bajo. Pero con el tiempo, la lluvia, el sol y el paso de los años, esas placas se van debilitando. Y ahí es cuando empiezan los peligros.
Cuando el amianto se rompe o se manipula sin control, libera fibras microscópicas al aire. Estas fibras no se ven, no se huelen y no se sienten. Pero se inhalan. Y una vez dentro del cuerpo, pueden quedarse ahí durante años, provocando enfermedades como:
Cáncer de pulmón
Asbestosis
Lo más preocupante es que los síntomas no aparecen al momento. A veces pasan décadas hasta que se detecta el daño. Por eso, la prevención es tan importante.
Cómo reconocer fibrocemento con amianto en tu propiedad
Aunque la identificación exacta requiere análisis, hay algunas señales que puedes tener en cuenta si crees que puede haber amianto en casa o en tu nave:
Tejados ondulados de color gris, antiguos y desgastados.
Bajantes de aspecto rugoso, de cemento, normalmente con abrazaderas metálicas.
Jardineras o depósitos con textura de fibrocemento, instalados hace más de 20 años.
Placas de fachada o interiores que parecen cemento prensado.
Si ves algo así y no tienes la certeza de que sea seguro, lo mejor es dejarlo quieto y pedir una inspección. Más vale prevenir que tener que lamentarlo.
Qué dice la normativa sobre amianto vs fibrocemento
En España, el uso del amianto está prohibido desde 2002. Eso significa que todo el fibrocemento instalado antes de esa fecha puede contenerlo. Si hay que retirarlo, solo pueden hacerlo empresas autorizadas, registradas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto).
La normativa exige que cualquier intervención sobre amianto siga un plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral, se use protección adecuada, se gestione el residuo de forma segura y se emita un certificado al final.
No cumplir estas condiciones puede suponer sanciones de hasta 45.000 euros, además de poner en riesgo la salud de todos los implicados.
¿Qué debo hacer si tengo amianto?
Si has descubierto que tienes amianto o fibrocemento antiguo en casa, no te alarmes, pero actúa. Los pasos recomendados son:
No toques nada. No intentes desmontarlo ni limpiarlo.
Ponte en contacto con una empresa especializada.
Pide una inspección para confirmar si es peligroso.
Si hace falta, solicita un presupuesto para su retirada.
Asegúrate de que te entregan el certificado de desamiantado.
En muchos casos, no es necesario retirarlo de inmediato si está en buen estado. Pero sí es recomendable hacer seguimiento y mantenerlo vigilado. O encapsularlo para evitar el deterioro.
Por qué confiar en profesionales cualificados
El amianto no es cosa de aficionados. Aunque parezca que es solo un poco de “material viejo”, las consecuencias de manipularlo mal pueden ser graves. Tanto para tu salud como para tu bolsillo.
Nosotros nos encargamos de todo el proceso, desde la identificación del amianto hasta su retirada legal y segura, pasando por el transporte a vertederos autorizados y la entrega de toda la documentación necesaria.
Además, trabajamos rápido, con todas las garantías y adaptándonos a cada caso. Ya sea una casa, un local, una nave industrial o una comunidad de vecinos, tenemos experiencia en todo tipo de situaciones. No dejes la identificación de amianto vs fibrocemento en manos inexpertas.
Conclusión final: amianto vs fibrocemento, lo que importa es actuar
Como ves, la diferencia entre amianto vs fibrocemento no está solo en el nombre, sino en lo que hay dentro. Y aunque a veces no sea fácil saberlo a simple vista, lo importante es no ignorarlo.
Si tienes un tejado viejo, bajantes antiguos o materiales que sospechas que pueden contener amianto, no lo dejes pasar. Una revisión a tiempo puede ahorrarte sustos mayores en el futuro.
En nuestra empresa estamos especializados en la retirada rápida y segura de amianto. Te asesoramos desde el primer momento, hacemos inspecciones, gestionamos toda la documentación y retiramos el material cumpliendo la normativa.
Solicita tu presupuesto sin compromiso. Resolver tus dudas es nuestro trabajo. Proteger tu salud, nuestra prioridad.