Bajantes de acero galvanizado: lo que nadie te cuenta y deberías saber

Si vives en un edificio antiguo o trabajas en reformas, seguramente hayas oído hablar de las bajantes de acero galvanizado. Estas tuberías, muy comunes durante buena parte del siglo XX, se usaban para evacuar aguas residuales o pluviales. Son resistentes y duraderas, pero ojo, también esconden algún que otro problema del que no se habla tanto.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre las bajantes de acero galvanizado. Descubrirás cuáles son sus características, cuándo se usaban, por qué se están sustituyendo y qué papel juega el amianto en todo esto. Sí, has leído bien: algunas de estas bajantes pueden ir asociadas a materiales que contienen amianto. Así que si tienes una en casa, sigue leyendo porque esto te interesa (y mucho).

¿Qué son las bajantes de acero galvanizado y para qué sirven?

Las bajantes de acero galvanizado son tuberías metálicas recubiertas con una capa de zinc para evitar la oxidación. Se emplean, sobre todo, para conducir aguas sucias o de lluvia desde las plantas altas de los edificios hasta el sistema de alcantarillado.

Estas bajantes fueron muy populares en España durante décadas por su resistencia y coste relativamente bajo. Sin embargo, con el paso del tiempo han demostrado ciertos inconvenientes que han llevado a su sustitución por otros materiales como el PVC.

Vamos a ver por qué se usaban tanto y qué ventajas e inconvenientes tienen.

Larga duración

Una de las principales razones por las que se instalaban bajantes de acero galvanizado era su durabilidad. Bien mantenidas, podían aguantar entre 30 y 50 años sin demasiados problemas.

Eso sí, el paso del tiempo y la exposición constante a la humedad y a los residuos acaban haciendo mella.

Resistencia al impacto

El acero galvanizado es mucho más resistente a golpes y presiones mecánicas que otros materiales como el PVC. Esto era muy útil en edificios altos o en zonas de mucho tránsito de agua.

No obstante, también es un material más pesado, lo que complica su manipulación durante las reformas o reparaciones.

Coste medio

Durante muchos años, este tipo de bajantes se consideraban una opción asequible. Su relación calidad-precio era razonable, y los profesionales de la construcción estaban familiarizados con su instalación.

Pero hoy, el coste de mantenerlas o sustituirlas, sobre todo si llevan amianto asociado, puede dispararse.

¿Por qué se están sustituyendo las bajantes de acero galvanizado?

Aunque fueron una solución eficaz durante muchos años, las bajantes de acero galvanizado presentan varios inconvenientes con el paso del tiempo. La humedad constante, los residuos acumulados y las condiciones de instalación pueden acelerar su deterioro.

Vamos a ver los principales motivos por los que se está optando por otros materiales.

Corrosión interna

Aunque el galvanizado protege al acero de la oxidación externa, no siempre evita la corrosión desde dentro, sobre todo si hay residuos ácidos o aguas con mucho contenido en cal.

Esta corrosión interna puede provocar obstrucciones, fugas o incluso roturas.

Dificultad de reparación

Las bajantes metálicas, al ser pesadas y de instalación más compleja, requieren más esfuerzo y coste cuando hay que repararlas. Además, las uniones suelen estar soldadas, lo que dificulta sustituir solo una parte del tubo.

En estos casos, muchas veces se opta directamente por cambiar toda la bajante.

Posible presencia de amianto

En algunos edificios antiguos, las bajantes de acero galvanizado se recubrían o aislaban con materiales que contenían amianto. Este material se usaba por sus propiedades térmicas y su resistencia al fuego.

Hoy sabemos que el amianto es altamente peligroso si se manipula sin las medidas adecuadas. Por eso, ante cualquier sospecha, lo mejor es acudir a una empresa especializada como la nuestra.

Descubre nuestra guía completa sobre bajantes de acero galvanizado

bajantes de acero galvanizado ejemplo

Si has llegado hasta aquí, es porque seguramente tienes dudas sobre si tus bajantes son de este tipo y si necesitas hacer algo al respecto. No te preocupes, que aquí te damos las claves para que sepas qué hacer.

¿Cómo saber si tienes bajantes de acero galvanizado?

Lo primero es fijarte en el material visible. El acero galvanizado tiene un color gris plateado característico, y suele presentar un brillo metálico.

Si está oxidado, puede tornarse marrón o anaranjado. Si está pintado, deberás consultar planos antiguos del edificio o contactar con un profesional.

¿Puedo seguir usándolas si están en buen estado?

Sí, pero con precaución. Si no presentan fugas, ruidos extraños ni signos de corrosión, podrías seguir usándolas. Eso sí, conviene hacer revisiones periódicas.

Y si sospechas que pueden tener materiales con amianto cerca, es fundamental hacer una inspección.

¿Cuándo es necesario sustituirlas?

Cuando hay fugas, ruidos anormales, bloqueos frecuentes o si tienen más de 40 años, lo mejor es plantearse el cambio. No solo por seguridad, sino también por eficiencia y salud.

Sustituirlas por materiales modernos, como PVC o polietileno, mejora el rendimiento y elimina riesgos.

¿Qué relación tienen las bajantes de acero galvanizado y el amianto?

En muchos edificios de los años 60, 70 y 80, era habitual envolver las bajantes con mantas, masillas o recubrimientos de amianto. Este material era barato y eficaz como aislante térmico y acústico.

El problema es que, al deteriorarse o manipularse, libera fibras microscópicas que pueden causar enfermedades respiratorias graves. Y es aquí donde entra nuestra labor como empresa especializada.

Nosotros nos encargamos de detectar y retirar cualquier material con amianto de forma segura y legal. Así tú no te expones ni pones en riesgo a tu familia o comunidad.

¿Es obligatorio sustituir las bajantes de acero galvanizado?

No es obligatorio por ley, pero sí muy recomendable si presentan problemas o si hay sospechas de amianto. Además, sustituirlas mejora el aislamiento acústico y evita posibles humedades.

¿Cuánto cuesta cambiar una bajante de acero galvanizado?

El precio varía según la longitud, el acceso y si hay que retirar amianto. Si es solo cambiar el tubo, puede costar desde unos cientos de euros. Pero si hay amianto, se necesita una empresa autorizada y el precio aumenta.

¿Se puede retirar amianto sin empresa especializada?

No. Está totalmente prohibido. Solo las empresas registradas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto) pueden hacerlo. Nosotros estamos acreditados para ello y contamos con la experiencia necesaria.

En resumen, las bajantes de acero galvanizado fueron una solución habitual durante años, pero hoy en día pueden suponer un riesgo si no se revisan a tiempo. Ya sea por corrosión, antigüedad o la presencia de amianto, es clave actuar con responsabilidad.

Si crees que tu edificio aún tiene este tipo de instalaciones o si simplemente quieres asegurarte, no dudes en consultarnos. En nuestra empresa estamos especializados en la retirada de amianto y en la gestión segura de instalaciones antiguas.

Te ayudamos a proteger tu salud, la de tu familia y la de toda la comunidad. Somos expertos en retirada de amianto, visita nuestra web y solicita un diagnóstico sin compromiso. Más vale prevenir que curar.

Newsletter

¡Suscríbete para no perderte ninguna novedad!

Posts relacionados

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?