Puede que cuando pienses en el amianto, te vengan a la cabeza fábricas antiguas, tejados de uralita o almacenes industriales de otra época. Sin embargo, lo que muchos no imaginan es que aún hoy en día hay amianto en oficinas, y no solo en edificios viejos, sino también en espacios que siguen en uso a diario, sin que trabajadores o empresas sean conscientes del riesgo que corren. En este artículo vamos a explicarte de forma clara y directa por qué el amianto en los lugares de trabajo es un problema real, cómo puedes detectarlo, qué responsabilidades tiene tu empresa y qué dice la normativa amianto en centros de trabajo.
¿Qué es el amianto y por qué está presente en muchas oficinas?
Para empezar con el amianto en oficinas, conviene recordar qué es exactamente el amianto. Se trata de un mineral fibroso que fue muy utilizado durante gran parte del siglo XX por sus propiedades: resistente al calor, al fuego, a los productos químicos y bastante económico. Esto hizo que se empleara de forma masiva en la construcción, especialmente en techos, suelos, aislamientos, canalizaciones y conductos de ventilación.
El problema llega cuando esas fibras de amianto se deterioran, se rompen o se manipulan sin control. Al desprenderse, pasan al aire y pueden ser inhaladas. A simple vista no se ven ni se huelen, pero se introducen en los pulmones y pueden permanecer allí durante años, provocando enfermedades muy graves, entre ellas:
Cáncer de pulmón.
Mesotelioma pleural.
Por eso, hablar del amianto en oficinas no es ninguna exageración. Si trabajas en un edificio anterior a los años 2000, es más que probable que haya materiales con amianto en alguna parte de la estructura.
¿Dónde puede haber amianto en oficinas?
Aunque no lo parezca, hay muchos lugares donde el amianto puede estar presente sin que nadie lo note. Vamos a ver los puntos más frecuentes en los que solemos encontrarlo durante las inspecciones.
Amianto en techos de oficina
Las placas de falso techo o los paneles acústicos instalados en muchas oficinas entre los años 60 y 90 pueden contener amianto. Aunque estén pintados o cubiertos, siguen siendo un riesgo si se agrietan, se perforan o se retiran sin control.
Aislamientos térmicos y acústicos
En conductos de aire acondicionado, calefacción o incluso en paredes interiores, el amianto era utilizado como aislante. En muchos casos, está oculto, pero sigue allí.
Suelos vinílicos
Algunas losetas de PVC o linóleo instaladas en zonas comunes o despachos pueden contener amianto en su composición. También el adhesivo que se usó para pegarlas puede tenerlo.
Paneles eléctricos y cuadros de mando
Por su resistencia al calor, el amianto también se utilizó como material aislante en instalaciones eléctricas antiguas.
Amianto en edificios administrativos
No solo en oficinas pequeñas o locales arrendados, también en grandes edificios administrativos del Estado, ayuntamientos o sedes institucionales, donde nunca se ha hecho un desamiantado completo.
Riesgos laborales por exposición al amianto en oficinas
Aunque el amianto no sea visible ni esté en contacto directo contigo, si se encuentra en mal estado o se ha manipulado de forma incorrecta, puede liberar fibras de amianto en el aire. Y ahí es donde comienza el peligro.
La exposición laboral al amianto en oficinas puede producirse:
Durante obras o reformas sin control.
Si hay techos con grietas o placas sueltas.
En zonas comunes con ventilación compartida y materiales deteriorados.
Cuando se cambian instalaciones eléctricas o de climatización antiguas.
Y lo peor de todo es que muchos empleados ni siquiera lo saben. Por eso es fundamental exigir revisiones periódicas, especialmente si el edificio tiene más de 25 o 30 años.
¿Qué dice la normativa sobre el amianto en centros de trabajo?
La normativa amianto centros de trabajo está recogida en varias leyes y reglamentos. El principal es el Real Decreto 396/2006, que regula los trabajos con riesgo por amianto. Pero también hay que tener en cuenta la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la legislación autonómica específica en materia de salud laboral.
Según esta normativa:
El empresario está obligado a identificar y evaluar los riesgos en el lugar de trabajo, incluyendo la presencia de amianto.
Si hay amianto en zonas comunes de empresa, debe hacerse un plan de gestión de riesgos y, si procede, retirarlo con una empresa especializada.
Toda actuación sobre materiales con amianto debe ser realizada por personal formado y protegido.
La empresa debe informar a los trabajadores de la posible exposición al amianto y darles formación específica.
Ojo: si no se cumple con estas obligaciones, las sanciones pueden ser muy serias, desde multas hasta paralización de la actividad.
Cómo detectar amianto en oficinas
No siempre es fácil saber si hay o no amianto, ya que en muchos casos está oculto o disimulado. Pero hay indicios que pueden ponerte en alerta. Aquí te contamos cómo hacer una inspección de amianto en oficina de forma segura.
Revisa la antigüedad del edificio
Si la construcción es anterior a 2002, hay una alta probabilidad de que se utilizara amianto en algún punto.
Observa los materiales sospechosos
¿Hay placas de techo viejas, suelos vinílicos deteriorados o conductos aislados con materiales grises o fibrosos? Podrían contener amianto.
Consulta documentación técnica
Los planos de la obra o las memorias de reforma pueden indicar si se usaron materiales con asbesto.
Solicita una inspección profesional
La única forma segura de saberlo es llamando a una empresa de amianto para oficinas, como la nuestra, que realice análisis de laboratorio y verifique la presencia de este material.
¿Qué hacer si hay amianto en tu oficina?
Si tras la inspección se confirma que hay amianto en oficinas, no hay que entrar en pánico, pero sí actuar con rapidez y responsabilidad. Aquí te explicamos el protocolo a seguir.
Evaluación del estado del material
Si está en buen estado y no se va a manipular, puede mantenerse con controles periódicos. Pero si está deteriorado o hay riesgo de exposición, hay que retirarlo cuanto antes.
Comunicación a los trabajadores
Es obligatorio informar a todos los empleados de la situación y de las medidas que se van a tomar. Esto incluye protocolos de acceso, ventilación y uso de espacios.
Elaboración del plan de trabajo
Antes de retirar el amianto, es necesario elaborar un plan detallado, que debe ser aprobado por la autoridad laboral. En este documento se indican los métodos, medidas de seguridad y gestión de residuos.
Contratar una empresa especializada
Solo una empresa inscrita en el RERA puede ejecutar la retirada legal del amianto. Nosotros nos encargamos de todo el proceso, desde la inspección hasta el desamiantado y limpieza final.
¿Quién responde si hay amianto en oficinas alquiladas?
Una duda frecuente es si el responsable es el propietario del local, la empresa arrendataria o ambos. La respuesta depende del contrato, pero en general:
El propietario debe garantizar que el inmueble cumple con las condiciones mínimas de seguridad.
La empresa ocupante tiene el deber de proteger a sus trabajadores frente a los riesgos del entorno.
En caso de amianto en edificios administrativos, la responsabilidad es del organismo titular del inmueble. Lo importante es que nadie puede mirar hacia otro lado. Todos tienen obligaciones claras.
¿Puede una reforma liberar amianto en el ambiente?
Sí, y es una de las situaciones más peligrosas. Muchas veces se inicia una obra menor (cambiar techos, abrir un tabique, renovar instalaciones) sin saber que detrás hay amianto. Al cortar, taladrar o romper estos materiales, se liberan fibras que se esparcen por toda la oficina.
Por eso, antes de empezar cualquier reforma en un edificio antiguo, hay que hacer una inspección previa. Y si se detecta amianto, la retirada debe hacerse siguiendo el protocolo retirar amianto aprobado por ley.
¿Qué hace nuestra empresa por ti?
En nuestra empresa somos especialistas en retirada rápida y segura de amianto en oficinas, con experiencia en entornos administrativos, corporativos y laborales.
Te ayudamos con:
Inspección inicial y análisis de materiales.
Diagnóstico completo del edificio.
Redacción y tramitación del plan de trabajo.
Coordinación con autoridades laborales.
Retirada y gestión del residuo conforme a normativa.
Documentación final para que todo quede legal y seguro.
Trabajamos de forma rápida, discreta y ajustada a tu actividad, para que puedas seguir con tu negocio sin interrupciones innecesarias.
La oficina también puede esconder riesgos invisibles
Como has visto, el amianto en oficinas es una amenaza silenciosa que muchos desconocen, pero que sigue presente en más espacios de los que imaginamos. Detectarlo a tiempo, actuar con responsabilidad y cumplir la normativa es la única forma de proteger la salud de todos los trabajadores.
No basta con mirar para otro lado. Si sospechas que puede haber amianto en tu lugar de trabajo, lo mejor es que lo confirmes con profesionales y tomes decisiones informadas.
En nuestra empresa especializada en retirada de amianto, te damos soluciones rápidas, legales y seguras. Si tienes dudas sobre el estado de tu oficina o estás planificando una reforma, ponte en contacto con nosotros.
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