Puede que no lo veas, que no lo huelas, ni siquiera que te des cuenta de que está ahí. Pero si hay algo que define al asbesto es precisamente eso: su capacidad de pasar desapercibido mientras pone en jaque tu salud. La contaminación por amianto es un problema real, silencioso y más común de lo que nos gustaría reconocer, sobre todo en edificios antiguos, instalaciones industriales y viviendas construidas antes de los años 2000. En este artículo queremos explicarte, con un lenguaje claro y sin rodeos, qué es exactamente la contaminación por amianto, cómo se produce, cuáles son sus efectos en la salud y, lo más importante, qué hacer si sospechas que puedes estar expuesto. Porque sí, se puede actuar. Y cuanto antes, mejor.
¿Qué es el amianto y por qué es tan peligroso?
El amianto, también conocido como asbesto, es un mineral fibroso que durante décadas se utilizó en construcción, industria y transporte. Sus propiedades eran muy tentadoras: resistente al calor, al fuego, a productos químicos y muy barato.
El problema llegó cuando se descubrió que sus fibras, una vez liberadas al ambiente, son altamente cancerígenas. Y lo peor es que estas partículas de asbesto son microscópicas, se quedan suspendidas en el aire y pueden ser inhaladas sin darnos cuenta.
De ahí nace la temida contaminación por amianto, que no es otra cosa que la presencia de fibras de amianto en el entorno, ya sea por materiales deteriorados, obras mal ejecutadas o residuos mal gestionados.
¿Dónde puede haber contaminación por amianto?
Lo primero que debes saber es que el amianto no desaparece por arte de magia. Aunque se prohibió en España en 2002, sigue presente en miles de edificios e infraestructuras. Por eso, sigue siendo una fuente activa de exposición.
Aquí te dejamos los lugares más comunes donde se puede generar contaminación por amianto:
Tejados y cubiertas de uralita en mal estado.
Bajantes de fibrocemento agrietados.
Conductos de ventilación con revestimiento antiguo.
Depósitos de agua antiguos con amianto friable.
Aislamientos térmicos y acústicos de calderas.
Techos registrables o trasdosados en oficinas viejas.
Instalaciones industriales desmanteladas sin control.
La clave está en que cualquier deterioro, corte, perforación o manipulación indebida puede liberar fibras al aire y contaminar el espacio.
¿Qué es el amianto friable y por qué es tan peligroso?
Se habla mucho de amianto friable, pero ¿qué significa exactamente? Muy sencillo: se trata de amianto que puede deshacerse fácilmente con la mano, liberando fibras al menor contacto.
Esto ocurre, por ejemplo, en aislamientos pulverulentos, mantas térmicas o revestimientos sueltos. Este tipo de amianto es especialmente peligroso porque libera fibras de forma continua, incluso sin tocarlo.
Cualquier estructura con amianto friable en mal estado supone una fuente directa de amianto en el aire, lo que se traduce en una amenaza constante para la salud de quienes viven o trabajan en ese entorno.
Efectos del amianto en salud: lo que debes saber
Cuando se habla de salud y amianto, no estamos exagerando. No se trata de una alergia ni de un simple malestar temporal. Las enfermedades provocadas por la contaminación por amianto pueden tardar décadas en manifestarse, pero cuando lo hacen, son devastadoras.
Asbestosis
La asbestosis es una fibrosis pulmonar que dificulta la respiración. Aparece tras exposiciones prolongadas a altas concentraciones de amianto.
Cáncer de pulmón
El amianto multiplica el riesgo, sobre todo en personas fumadoras. El periodo de latencia puede superar los 20 años.
Mesotelioma pleural
Un cáncer poco frecuente pero muy agresivo, relacionado exclusivamente con la exposición al amianto.
Enfermedades pleurales benignas
Engrosamientos o placas pleurales que afectan a la capacidad pulmonar y suelen ser indicativas de exposición pasada.
¿Cómo detectar la presencia de amianto en un edificio?
A simple vista, distinguir si un material contiene amianto es muy complicado. Por eso, lo más seguro es contratar una inspección profesional que incluya:
Visita técnica al edificio.
Toma de muestras con protocolos de seguridad.
Análisis en laboratorio homologado.
Informe técnico con resultados y recomendaciones
¿Qué hacer si sospechas de contaminación por amianto?
Ante la duda sobre la presencia de contaminación por amianto, lo mejor es no tocar. No intentes desmontar, limpiar ni manipular materiales que sospeches que pueden contener amianto. Estos son los pasos recomendados:
Evita el acceso a la zona afectada.
No cortes ni taladres el material.
Contacta con una empresa especializada para evaluación.
Si se confirma, planifica la retirada legal y segura.
Nunca lo tires con la basura común, es un residuo peligroso.
Recuerda que, según la normativa, solo empresas registradas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto) pueden manipular este tipo de materiales.
¿Cómo se elimina la contaminación por amianto?
La eliminación de contaminación por amianto es un proceso técnico que requiere preparación, equipos especiales y mucha responsabilidad. Así trabajamos nosotros.
Evaluación y plan de trabajo
Analizamos la situación y diseñamos un plan aprobado por la autoridad laboral.
Protección del entorno
Aislamos la zona, colocamos señalización y garantizamos que nadie ajeno acceda.
Equipos de protección
El personal lleva trajes, mascarillas y guantes homologados para evitar exposición.
Retirada y encapsulado
Los materiales se extraen sin romper, se sellan herméticamente y se transportan como residuos peligrosos.
Limpieza final
Aspiramos el polvo con filtros especiales y dejamos la zona libre de residuos y fibras.
¿Cómo afecta la normativa al amianto en edificios?
La ley es clara: el amianto está prohibido desde 2002, y su retirada está regulada por el Real Decreto 396/2006. Además, si el edificio es público, laboral o de acceso al público, estás obligado a tener control sobre su presencia.
Ignorar la contaminación por amianto no solo es un riesgo sanitario, sino que puede conllevar sanciones graves por parte de la administración.
Actuar hoy evita problemas mañana
Como has visto, la contaminación por amianto es un enemigo silencioso que puede estar más cerca de lo que piensas. No se ve, no se huele, pero puede afectar a tu salud de forma seria y permanente. La buena noticia es que puedes ponerle solución.
Si vives o trabajas en un lugar construido antes de 2002, si vas a hacer reformas o simplemente quieres asegurarte de que todo está en orden, cuenta con nosotros.
En nuestra empresa somos expertos en retirada de amianto, tanto friable como no friable. Trabajamos en viviendas, naves, colegios, locales comerciales y cualquier espacio que requiera intervención técnica.
Pide una inspección o presupuesto sin compromiso. Porque la salud no se negocia, y la prevención es siempre la mejor inversión.