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El amianto en Argentina es un tema que genera preocupación en diversos sectores, desde la salud pública hasta la construcción. A lo largo de los años, este material, también conocido como asbesto, ha sido ampliamente utilizado en nuestro país, pero también ha generado un gran debate debido a sus graves implicaciones para la salud.

A lo largo de este artículo, vamos a abordar la historia del amianto en Argentina, los lugares donde aún se puede encontrar, su prohibición y qué hacer si crees que estás expuesto a este material. Y, por supuesto, hablaremos de cómo la retirada de amianto es esencial para garantizar la seguridad de tu hogar o negocio.

¿Qué es el amianto y por qué era tan utilizado?

El amianto, también conocido como asbesto, es un grupo de minerales que se presenta de manera natural en forma de fibras microscópicas. Estas fibras son extremadamente duraderas y tienen propiedades físicas excepcionales, lo que permitió que el amianto se convirtiera en un material altamente codiciado durante gran parte del siglo XX, especialmente en la construcción y en diversas aplicaciones industriales. Pero, ¿qué pasa con su impacto en la salud?

A pesar de todas estas ventajas aparentes, el uso del amianto comenzó a declinar a medida que se conocían sus efectos devastadores sobre la salud. El problema principal del amianto radica en que, cuando sus fibras se rompen o se manipulan, estas pueden quedar suspendidas en el aire.

Al ser inhaladas, las fibras de amianto se alojan en los pulmones y pueden causar enfermedades graves, como la asbestosis, el mesotelioma (un tipo de cáncer que afecta al revestimiento de los pulmones) y cáncer de pulmón.

Estas enfermedades pueden tardar décadas en manifestarse, lo que significa que muchas personas expuestas al amianto en las décadas de los 60, 70 y 80 comenzaron a desarrollar síntomas mucho tiempo después. A medida que más estudios demostraban la relación directa entre la exposición al amianto y estos problemas de salud, los gobiernos de todo el mundo, incluyendo Argentina, comenzaron a tomar medidas para limitar y, eventualmente, prohibir su uso.

El auge del amianto en Argentina no fue una casualidad. De hecho, sus propiedades lo hicieron prácticamente insustituible en varios campos. Veamos algunas de las razones principales de su popularidad:

  • Resistencia al calor. Una de las principales ventajas del amianto es que es incombustible. Es decir, puede soportar temperaturas extremadamente altas sin quemarse o deteriorarse, lo que lo hacía ideal para su uso en sistemas de aislamiento térmico, protección contra incendios y en materiales sometidos a altas temperaturas.
  • Aislante térmico y eléctrico. Las fibras de amianto tienen una capacidad excepcional para resistir la transmisión de calor, lo que lo convertía en un material perfecto para revestimientos de calderas, tuberías, techos y paredes.
  • Resistencia química. El amianto es altamente resistente a muchos productos químicos corrosivos, lo que lo hacía útil en entornos industriales donde se manipulaban sustancias agresivas, como en fábricas de productos químicos o refinerías.
  • Durabilidad. A diferencia de otros materiales que pueden desgastarse o deteriorarse con el tiempo, el amianto es extremadamente duradero.
  • Flexibilidad y facilidad de uso. Aunque es increíblemente fuerte y resistente, el amianto es flexible y fácil de trabajar. Puede mezclarse con cemento, tejidos y otros materiales para crear productos diversos, como techos de fibrocemento, baldosas, frenos de automóviles, revestimientos de suelos y mucho más.
  • Bajo coste. Finalmente, una de las razones clave para su uso masivo fue su bajo coste. A diferencia de otros materiales con propiedades similares, el amianto era barato de extraer y procesar.

Historia del amianto en Argentina

La historia del amianto en Argentina es muy similar a la de muchos otros países. Desde la década de 1950 hasta los años 90, el asbesto fue un material clave en diversas industrias, especialmente en la construcción, la automotriz y la naval. Se utilizaba principalmente en productos como techos de fibrocemento, tuberías, revestimientos, baldosas y frenos de automóviles.

La razón principal por la que el amianto ganó popularidad fue su bajo coste y sus propiedades prácticamente “mágicas” para la época. Resistía el calor, era incombustible y extremadamente duradero, lo que lo convertía en el material preferido para construcciones y productos industriales. Sin embargo, a medida que comenzaron a salir a la luz los efectos nocivos para la salud, comenzaron a surgir preocupaciones sobre su uso.

Prohibición del amianto en Argentina

La prohibición del amianto en Argentina no llegó hasta principios de los años 2000, cuando el gobierno decidió limitar y luego eliminar gradualmente el uso de este material debido a los riesgos para la salud. En 2001, se firmó el decreto que prohibió completamente la producción, importación y comercialización de productos que contuvieran asbesto en el país.

El amianto en Argentina está prohibido desde el año 2001. Este paso fue crucial para proteger la salud de la población y evitar la exposición a este material tóxico. Sin embargo, aunque la prohibición está vigente, aún quedan vestigios de amianto en muchas construcciones antiguas, lo que representa un peligro latente si no se retira adecuadamente.

¿Dónde hay asbesto en Argentina?

A pesar de la prohibición, muchos edificios y estructuras construidas antes de la misma siguen conteniendo asbesto. La pregunta común es, ¿dónde hay asbesto en Argentina? Aquí te dejamos una lista de los sitios más frecuentes en los que a día de hoy aún se puede encontrar este material.

Edificios públicos y privados antiguos

Muchos edificios construidos antes de la prohibición del asbesto en 2001 contienen este material en sus estructuras. Se utilizaba principalmente en techos, paredes, y aislantes de tuberías debido a sus propiedades ignífugas. Los edificios más antiguos pueden presentar riesgos si el material se deteriora y las fibras de asbesto se liberan en el aire.

Fábricas industriales

Las fábricas que operaban antes de las regulaciones a menudo empleaban asbesto en procesos de producción. Este material se utilizaba principalmente en aislantes de maquinaria pesada y productos resistentes al calor. Algunas fábricas cerradas o en desuso pueden seguir albergando restos de asbesto en sus instalaciones.

Productos de construcción

El asbesto era un componente común en productos de construcción como tejas, pisos de vinilo y revestimientos de paredes. Aunque su fabricación fue prohibida, muchas construcciones antiguas en Argentina aún contienen estos productos, especialmente en zonas rurales o alejadas de los grandes centros urbanos.

Transporte público antiguo

Algunos vehículos de transporte público, como trenes y autobuses, que fueron fabricados antes de la prohibición del asbesto, podrían tener componentes que lo contienen. Esto incluye frenos, embragues y otros materiales resistentes al calor que, con el tiempo, pueden deteriorarse y liberar fibras peligrosas.

Instalaciones de energía y calderas

Las plantas de energía y otras instalaciones industriales antiguas utilizaban asbesto como aislante térmico en calderas, tuberías y otras áreas expuestas a altas temperaturas. Aunque en su mayoría han sido desmanteladas o renovadas, algunas instalaciones todavía contienen este material en sus infraestructuras.

En resumen, el amianto en Argentina ha sido un problema importante a lo largo de los años. A pesar de que está prohibido el amianto en Argentina desde hace más de dos décadas, aún quedan muchos lugares donde este material tóxico sigue presente. Por eso, es crucial contar con expertos en la retirada de amianto que puedan garantizar la seguridad tanto en hogares como en empresas.

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