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La relación entre la exposición a las micropartículas fibrosas de amianto y el aumento de las probabilidades de padecer determinados tipos de cáncer ha sido demostrada científica a través de investigaciones médicas. Hoy no tenemos la más mínima duda de que inhalar estas micropartículas constituye un grave peligro para la salud de las personas. En este nuevo artículo de nuestro blog vamos a hablar más detalladamente de esta relación entre el amianto y el cáncer. Ojalá no existiera, pero es real como la vida misma.

¿El amianto provoca cáncer?

La respuesta, como ya hemos anticipado anteriormente, es afirmativa. De hecho, la Organización Mundial de la Salud reconoce al amianto como una sustancia cancerígena. O más bien y para ser exactos, a los amiantos, ya que existen seis minerales metamórficos fibrosos diferentes incluidos dentro de esta categoría. Sea como sea, todos ellos tienen capacidad para provocar cáncer en el largo plazo. Por esto es imprescindible que todas las personas sepan cómo actuar cuando encuentran una estructura con amianto.

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¿Qué cáncer provoca el amianto?

Según las fuentes médicas, la exposición al amianto está relacionada con un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, así como mesotelioma pleural, un cáncer muy agresivo que tiene lugar en las finas membranas que recubren el interior del tórax y del abdomen. Es más, el 80% de los casos de mesotelioma pleural tienen el amianto como causa principal. Como vemos, los peligros son muy significativos y debemos extremar la precaución. Por eso existe una normativa que prohíbe su comercialización y utilización.

Por qué el amianto produce cáncer

El problema del amianto reside en sus microfibras. Y es que estas fibras son muy delgadas y puntiagudas, lo que favorece su capacidad de daño. Además, son microfibras biopersistentes. Esto significa que cuentan con una extraordinaria capacidad para resistir en las células de los pulmones, lo que les permite generar daños más profundos a lo largo del tiempo. La única solución para relacionarse de manera segura con el amianto y no sufrir consecuencias es utilizar equipos de protección altamente especializados.

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¿Respirar amianto una vez causa cáncer?

Ningún médico pondría la mano en el fuego por una respuesta negativa a esta pregunta. No obstante, y tal y como vimos en nuestro artículo titulado Respirar amianto, resulta bastante improbable que exponerse en una sola ocasión a las microfibras del amianto genere cáncer. En realidad, se estima que son necesarios más contactos para generar los daños y que el cáncer aparezca décadas después. Esto no elimina la posibilidad y de ahí la necesidad de contactar con profesional tan pronto como se sospeche de un material.

Cómo protegerse del amianto

Lo primero que debe hacerse para protegerse del amianto es identificarlo. Y esto no es sencillo. Ya lo vimos en nuestro artículo acerca de cómo reconocer el amianto: a veces se encuentra mezclado con el cemento y resulta muy complicado de distinguir, por lo que incluso los profesionales tenemos a veces que recurrir a un análisis químico de laboratorio para detectarlo. En cualquier caso, este paso es fundamental. Si tienes algún elemento sospechoso en casa o en tu local, no dudes en llamar a una empresa experta.

Una vez detectado el amianto, es importante contactar con una empresa de retirada de amianto como la nuestra, esta tarea debe ser llevada a cabo únicamente por especialistas. El amianto produce cáncer y lo debemos tener presente en todo momento. Los particulares y los profesionales.