91 669 07 92 [email protected]
Select Page

El asbesto, anteriormente valorado por su capacidad de resistencia al fuego y aislamiento térmico en los ascensores, ahora constituye una preocupación de salud pública. A pesar de su prohibición, muchos ascensores antiguos pueden conservar este material, lo que genera inquietudes en cuanto a la seguridad. Con este artículo descubrirás los riesgos asociados con la presencia de amianto en ascensores y las estrategias para mitigar este problema.

¿Por qué se utilizaba el amianto en ascensores?

En las décadas de 1950 y 1960, el amianto se incorporaba en ascensores como un material de elección. Su uso estaba fundamentado en su capacidad excepcional para resistir el fuego y proporcionar un aislamiento térmico eficiente. Esta cualidad lo convertía en un componente valioso para mejorar tanto la seguridad como la eficacia de los sistemas de elevación, siendo considerado entonces como una innovación en la industria de la construcción.

Sin embargo, con el tiempo se descubrieron los riesgos que conlleva para la salud el asbesto en edificios públicos y otras construcciones. La exposición prolongada o repetida a las fibras de asbesto puede causar enfermedades graves como el cáncer de pulmón, el mesotelioma y otras afecciones respiratorias.

Estos riesgos han llevado a una revisión exhaustiva de las prácticas de seguridad y al desarrollo de alternativas más seguras para el uso en ascensores.

¿En qué partes del ascensor puede haber amianto?

El amianto en ascensores puede encontrarse en diversas partes. Es importante tener en cuenta que en muchos ascensores modernos, el asbesto ha sido eliminado o reemplazado por materiales más seguros. Sin embargo, en ascensores más antiguos que aún están en funcionamiento, es posible que aún se encuentre presente.

Algunas de las áreas donde podría haber presencia de amianto en ascensores incluyen:

  • Aislamiento térmico. Solía utilizarse como material de aislamiento térmico alrededor de las partes mecánicas del ascensor, como el motor, la polea y las cuerdas de tracción.
  • Paneles de techo y suelo. En ascensores más antiguos, es posible que los paneles de techo y suelo contengan asbesto como material de refuerzo o aislamiento.
  • Cableado eléctrico. Algunos cables eléctricos antiguos podrían contener revestimientos de amianto para protección contra el calor y el fuego.
  • Juntas y sellos. Las juntas y sellos utilizados en las puertas y otras partes mecánicas del ascensor podrían contener amianto como material de sellado y resistencia al calor.
  • Fricción y materiales de frenado. En los sistemas de frenado de los ascensores, como los frenos de emergencia, se podría haber utilizado asbesto en forma de material de fricción para proporcionar un frenado seguro y efectivo.

Cómo saber si hay amianto en mi ascensor

La mejor manera de saber si hay amianto en ascensores es comunicarte con los profesionales adecuados y solicitar una inspección especializada. No intentes realizar pruebas por tu cuenta, ya que manipular materiales que contienen asbesto puede ser peligroso para tu salud.

A continuación te contamos cómo lo hacemos nosotros:

  1. Contacto inicial con el cliente. El primer paso es establecer contacto con el cliente interesado en verificar la presencia de amianto en su ascensor. A través de este contacto inicial, recopilamos información relevante sobre el ascensor en cuestión, como su ubicación, edad y cualquier dato histórico relevante.
  2. Inspección visual del ascensor. Nuestro equipo de expertos realiza una inspección visual minuciosa del ascensor en cuestión. Durante esta inspección, observamos cuidadosamente todas las áreas susceptibles, como los paneles de aislamiento, los cables eléctricos y las juntas de sellado.
  3. Toma de muestras. En caso de que existan sospechas fundadas de la presencia de asbesto, procedemos a tomar muestras de los materiales sospechosos. Estas muestras se envían a un laboratorio acreditado para su análisis detallado y la identificación precisa.
  4. Análisis de laboratorio. Una vez que se obtienen los resultados del análisis de laboratorio, evaluamos cuidadosamente los hallazgos para determinar si hay presencia de amianto en el ascensor. Estos resultados nos permiten tomar decisiones informadas sobre las medidas de gestión necesarias.
  5. Informe y recomendaciones. Finalmente, proporcionamos al cliente un informe detallado de nuestros hallazgos, junto con recomendaciones específicas sobre cómo abordar cualquier presencia de amianto detectada. En caso de confirmarse la presencia, ofrecemos soluciones personalizadas para su gestión segura y retirada adecuada.

Riesgos del amianto en ascensores

La presencia de amianto en ascensores puede plantear una serie de riesgos significativos para la salud de las personas que trabajan o utilizan estos sistemas de elevación. Aquí se destacan algunos de los principales riesgos asociados con el amianto en ascensores.

Exposición a fibras de amianto

La exposición a las fibras de asbesto puede desencadenar diversas enfermedades, entre las cuales destacan el cáncer de pulmón, el mesotelioma y la asbestosis. Estos trastornos pueden manifestarse con el tiempo como resultado de la inhalación de las fibras de amianto que se liberan de los materiales que lo contienen, como los encontrados en los ascensores.

Además de estas afecciones, la exposición prolongada al asbesto también puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de laringe, de ovario y de pleura, así como otras enfermedades respiratorias graves.

Manipulación durante el mantenimiento

Durante las labores de mantenimiento y reparación de ascensores que contienen asbesto, existe un riesgo significativo de liberación de fibras de amianto en el aire. Los trabajadores que manipulan estos materiales sin las medidas de seguridad adecuadas, como el equipo de protección personal y los procedimientos de trabajo seguros, pueden inhalar las fibras y enfrentarse a riesgos graves para su salud a largo plazo. Además, la falta de capacitación adecuada sobre el manejo seguro del amianto puede aumentar aún más este riesgo.

Desgaste y deterioro

Con el paso del tiempo, los materiales que contienen amianto en ascensores pueden desgastarse y deteriorarse debido a la exposición a factores ambientales como la humedad y la vibración. Este desgaste puede provocar la liberación de fibras, especialmente durante actividades como la apertura o el cierre de puertas, el movimiento de cables y el funcionamiento del sistema de frenado. Los ascensores más antiguos, que pueden no haber sido sometidos a inspecciones regulares de asbesto, corren un mayor riesgo de tener materiales que contienen amianto deteriorados y propensos a la liberación de fibras.

Impacto en la salud pública

Además de los riesgos para la salud de los trabajadores de mantenimiento de ascensores, la presencia de asbesto en estos sistemas puede tener un impacto en la salud pública más amplia. Si las fibras son liberadas en el aire durante el funcionamiento normal del ascensor o durante actividades de mantenimiento, pueden ser inhaladas por otras personas en el edificio, incluidos los residentes, visitantes y personal de limpieza. Esto puede aumentar el riesgo de exposición y sus consecuencias para la salud a largo plazo.

Alternativas para el amianto en ascensores

A medida que se reconoce cada vez más el peligro para la salud asociado con el amianto en ascensores, se han desarrollado y adoptado varias alternativas más seguras. Es importante que los propietarios y operadores de ascensores consideren estas opciones al planificar la construcción, mantenimiento o renovación de los ascensores para garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable.

Estas son algunas alternativas comunes al amianto en ascensores:

  • Materiales sintéticos de aislamiento térmico. En lugar de utilizar asbesto como material de aislamiento térmico en los ascensores, se pueden emplear materiales sintéticos, como espumas de poliuretano, espumas de poliestireno o lanas minerales. Estos materiales ofrecen propiedades de aislamiento térmico similares al amianto sin los riesgos para la salud asociados.
  • Materiales de revestimiento no fibrosos. Se pueden utilizar materiales alternativos no fibrosos, como placas de yeso, paneles de acero galvanizado o materiales compuestos. Estos materiales proporcionan una protección similar sin el riesgo de liberación de fibras de amianto.
  • Cables eléctricos libres de amianto. Se pueden utilizar cables eléctricos fabricados con materiales no peligrosos, como PVC (cloruro de polivinilo) o XLPE (polietileno reticulado). Estos cables ofrecen la misma conductividad eléctrica sin el riesgo de exposición al amianto.
  • Materiales de sellado sin asbestos. Para juntas y sellos en los ascensores, se pueden utilizar materiales de sellado que no contengan amianto, como selladores de silicona, caucho o poliuretano. Estos materiales proporcionan un sellado efectivo sin los riesgos para la salud asociados con el asbesto.
  • Frenos y materiales de fricción alternativos. En los sistemas de frenado de los ascensores, se pueden utilizar materiales de fricción alternativos que no contengan amianto, como compuestos de resina o materiales cerámicos. Estos materiales ofrecen un rendimiento de frenado seguro y efectivo sin los riesgos para la salud asociados con el amianto.

Como se puede comprobar, el amianto en ascensores representa un riesgo significativo para la salud y la seguridad de las personas. Si tienes inquietudes sobre la presencia de asbesto en el ascensor de tu comunidad o negocio y deseas eliminarlo de forma segura, no dudes en contactarnos. Como empresa especializada en la retirada de amianto podemos llevar a cabo el proceso de manera segura y cumpliendo con todos los protocolos necesarios para garantizar la protección de todos los involucrados.

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?