Uno de los principales problemas a la hora de reconocer el amianto es que, como vimos la semana pasada en nuestro artículo titulado ¿Qué tipo de mineral es el amianto?, existen distintos minerales que entran en esta categoría. En concreto son seis y se dividen principalmente en dos grandes categorías. Por un lado, está la categoría de amiantos anfíboles, donde se enmarcan cinco de los seis amiantos, y la categoría serpentinas, en la cual encontramos al llamado crisotilo o amianto blanco. Ahondemos en este último.
¿Qué es el amianto blanco?
Como el resto de los amiantos, el crisotilo es un mineral metamórfico fibroso, aunque considerado caolinita, sinónimo de serpentina. Su origen se encuentra en la descomposición de otros silicatos de magnesio, por lo que estamos ante un amianto de origen secundario. Además, también puede nacer de la acción termal sobre las rocas básicas localizadas en aguas profundas. Una vez sabemos qué es el amianto blanco, debemos ver por qué resulta tan importante en nuestra sociedad. El crisotilo no es cualquier mineral.
Características del crisotilo
Las características del crisotilo están en consonancia con las características generales de los amiantos. Se trata de un mineral ligero, pero conformado por microfibras extremadamente resistentes. Además, funciona como aislante tanto térmico como eléctrico, motivos todos ellos que han provocado que las empresas de los sectores de la construcción y la fabricación de estructuras lo emplearan muy habitualmente durante el siglo XX en nuestro país. Hoy se encuentra prohibido como el resto de los amiantos.
Y por muy buenas razones. A fin de cuentas, y nuevamente como ocurre con el resto de amiantos, el crisotilo es una sustancia cancerígena según la Organización Mundial de la Salud. La exposición continuada al mismo y la inhalación de sus microfibras, las cuales son biopersistentes y se resisten a los mecanismos naturales de depuración del organismo, puede provocar enfermedades tan graves como la asbestosis, el mesotelioma de la pleura o el cáncer de pulmón. Ahora ya conoces las propiedades del amianto blanco.
Propiedades del amianto blanco
No obstante, es conveniente mencionar que existen tres variedades diferentes de crisotilo y, por lo tanto, las propiedades del mismo cambian en función de la variedad concreta. Más específicamente, encontramos los crisotilos conocidos como clinocrisotilo, ortocrisotilo y paracrisotilo. Las características del crisotilo y sus usos están sujetos en buena medida al tipo de crisotilo en cuestión. Veamos a continuación para qué se usó durante todas las décadas en que era un material legal en nuestro país.
Para qué se usa el crisotilo
El crisotilo fue uno de los amiantos más empleados para la fabricación de tejidos y de aislantes. Obtenido en minas repartidas por todo el mundo, que van desde Canadá hasta Estados Unidos, pasando por Italia, Rusia, Suiza e incluso España, los principales usos del crisotilo tenían que ver con el aislamiento de inmuebles. Y por eso podemos encontrarlo en tejados, techos y otras estructuras fundamentales de los edificios. Nuestro trabajo como empresa especializada es retirarlo paulatinamente.
Toxicidad del amianto blanco
La toxicidad del amianto está demostrada científicamente. Por desgracia, son muchas las personas que en el siglo XX se expusieron a ese mineral a través de la minería y la manipulación y posteriormente sufrieron las consecuencias. Y es que la inhalación continuada de sus micropartículas resulta muy dañina. Por esto es tan importante que, en caso de descubrir amianto en casa, o sospechar que pudiera serlo, nos contactes. Somos especialistas: conocemos la toxicidad del amianto blanco y cómo lidiar con él.