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A la hora de emplear materiales aislantes es muy probable que te encuentres con numerosas dudas. Ya que, a veces se entremezclan los datos y podemos confundir un material con otro. De hecho, algunas propiedades de la lana de amianto se han confundido en más de una ocasión con la lana de roca. Existe una principal diferencia entre la lana de roca y amianto y esa es su procedencia. La lana de amianto como su nombre indica procede de este mineral metamórfico fibroso. Pero en el caso de la lana de roca debemos hablar de un tipo de lana mineral que se produce a partir de la roca natural.

Qué es la lana de amianto

Os hemos hablado en numerosas ocasiones de la popularidad del amianto para elementos de construcción. Durante aproximadamente 3 décadas el amianto parecía el componente perfecto para distintos productos de construcción. De hecho, al existir diferentes tipos de amianto sus usos se diversificaba. Por ejemplo, el amianto azul era frecuente en tejados y el amianto amarillo del que ya os hemos hablado se utilizaba sobre todo en productos de pintura.

Por eso no nos extraña descubrir que también se ha empleado el amianto para elementos de aislamiento. La lana de amianto es un ejemplo de estos productos que se realizaban para el aislamiento térmico de hogares u oficinas. Actualmente, se emplean otros materiales como la lana de roca o incluso la lana de fibras de vidrio. Cada una de ellas con sus propias características.

Características de la lana de roca

Como os contábamos, como alternativa a la lana de amianto los fabricantes buscaron diferentes soluciones para seguir comercializando productos aislantes. La lana de roca se utiliza como aislante térmico en la construcción y en la industria. Y se produce a partir de la roca natural como la basáltica. Muchas personas se preguntan si la lana de roca tiene amianto. La respuesta es negativa. La lana de roca no contiene amianto.

Su fabricación implica calentar la roca en el horno a temperaturas de hasta 1650 °C. Se obtiene algo parecido al magma. Este material se centrifuga alta velocidad obteniendo así unas hebras largas en forma de fibra. Al comprimir estas fibras se genera la característica forma de la lana de roca. Presentándose en forma de paneles. También pueden no comprimirse y encontrarse en forma de copos de lana de roca.

Para qué se utiliza la lana de amianto

La finalidad de emplear lana de amianto era aprovechar sus cualidades aislantes. Tanto térmicas como acústicas. Por eso podemos encontrar el uso de este recurso en paredes Exteriores para usarlo como aislamiento térmico. También era frecuente encontrarlo en falsos techos como aislante acústico. No obstante, como ya bien sabemos la fabricación y comercialización de productos con amianto está prohibida desde el 2002.

Por eso hoy en día recurrimos a otros productos como la lana de vidrio o la ya mencionada lana de roca. Emplear una u otra dependerá de nuestras preferencias e incluso del resultado que deseemos conseguir. La lana de roca es muy resistente a altas temperaturas. Como ya os decíamos requiere ser calentada hasta 1650 °C. Por lo que cumple con creces las características necesarias en relación con la normativa contra incendios.

Inconvenientes de la lana de roca

Al igual que otros materiales diseñados para el aislamiento térmico y acústico necesitaremos contar con determinadas medidas de seguridad. Este material no es perjudicial para la salud en general. Pero al manipularlo podemos notas picores y puede aparecer algún síntoma de dermatitis. En realidad, durante su instalación bastará con usar guantes o mascarilla para poder manipularla con seguridad. Si tocamos las planchas de lana de roca a lo mejor notaremos rápidamente los picores.

Dónde tirar lana de roca de amianto

Como ya os comentamos anteriormente la lana de roca con amianto no es un material que utilizamos actualmente. El problema es que confundimos los diferentes materiales porque en apariencia puede parecernos iguales. Si nos enfrentamos con un material con amianto debemos acudir a profesionales que lo retiren y lo depositan en vertederos autorizados. En el caso de la lana de roca se puede reciclar fácilmente. Consiguiendo de este modo que vuelva a formar parte del ciclo productivo. De hecho, muchas de las placas de lana de roca actuales tienen un alto porcentaje de material reciclado.