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Es importante estar informados sobre las regulaciones y el estado actual de este material en diferentes partes del mundo. El amianto, también conocido como asbesto, ha sido un tema de gran controversia debido a sus riesgos para la salud y su amplia utilización en el pasado.  Canadá es un país con una larga historia de producción y uso del amianto. Por eso, en este artículo exploramos la evolución de su legislación y las actuales medidas de seguridad relacionadas con el amianto en Canadá.

Asbesto en Canadá

El asbesto, conocido en muchos lugares como amianto, ha sido una parte significativa de la historia industrial y de construcción en Canadá durante el siglo XX. Este país, conocido por sus vastos recursos naturales, fue uno de los líderes mundiales en la extracción y exportación de asbesto, especialmente en la provincia de Quebec, donde las minas de asbesto no solo eran una fuente principal de empleo sino que el amianto en Canadá fue también un motor económico.

Comercialización del amianto en Canadá

Durante décadas, el amianto fue un componente esencial en numerosas industrias canadienses debido a sus propiedades únicas como resistencia al calor, aislamiento térmico y acústico y durabilidad. Se utilizó ampliamente en la construcción de edificios para tejas, baldosas de piso, adhesivos, aislantes y en la industria automotriz para embragues y frenos. Su bajo costo y alta eficiencia lo hicieron popular, aunque con el tiempo, la evidencia de sus peligros para la salud empezó a acumularse, llevando a un cambio en la percepción pública y regulaciones gubernamentales.

Exportaciones de amianto canadiense

Canadá no solo fue un gran usuario de amianto sino también un proveedor principal a nivel mundial. A lo largo del siglo XX, exportó enormes cantidades de asbesto a más de 100 países, contribuyendo significativamente a la economía nacional. Sin embargo, a medida que la conciencia sobre los peligros del amianto se difundió globalmente y las demandas de seguridad y salud aumentaron, las exportaciones y la producción disminuyeron drásticamente. La disminución fue impulsada tanto por la disminución de la demanda internacional como por las crecientes restricciones y regulaciones tanto dentro de Canadá como en el extranjero.

El declive de la industria del asbesto en Canadá no fue solo una respuesta a la creciente regulación internacional y la conciencia sobre los riesgos para la salud, sino también a la presión de grupos de víctimas del amianto, activistas medioambientales y cambios en la política nacional. A medida que la ciencia detrás de los efectos nocivos del amianto se hizo incontrovertible, el gobierno y las industrias tuvieron que adaptarse, lo que llevó a una disminución en la producción y eventualmente a la cesación de la minería de asbesto en el país.

Este cambio en la industria del amianto en Canadá no solo refleja una adaptación a un mejor entendimiento de los riesgos para la salud asociados con el material sino también un cambio en la economía hacia industrias más sostenibles y seguras. Aunque el legado del asbesto todavía persiste en edificaciones antiguas y en la salud de aquellos expuestos en el pasado, Canadá ha dado pasos significativos para rectificar los errores de su pasado industrial y avanzar hacia un futuro más seguro y consciente de la salud pública.

¿Está prohibido el amianto en Canadá?

La pregunta de si el amianto está prohibido en Canadá es crucial para entender la situación actual y las medidas de seguridad en el país respecto a este material. La historia de la regulación del amianto en Canadá es compleja, marcada por décadas de uso industrial masivo seguido por un creciente reconocimiento de sus peligros y la implementación de políticas para controlar su uso y eventualmente prohibirlo.

Canadá desmonta la peligrosidad del amianto

Durante años, Canadá fue uno de los mayores productores y exportadores de amianto en el mundo, lo que llevó a una lenta aceptación de los peligros asociados con este material. Las industrias y los gobiernos tardaron en reconocer y actuar sobre las pruebas científicas que vinculaban la exposición al amianto con enfermedades graves, como el cáncer de pulmón, asbestosis y mesotelioma. Sin embargo, a medida que la evidencia se volvió irrefutable y la presión pública creció, las autoridades canadienses comenzaron a implementar regulaciones más estrictas para proteger a los trabajadores y al público.

Prohibición del amianto en Canadá

El cambio significativo en la política del amianto en Canadá llegó en diciembre de 2018, cuando el gobierno federal anunció una prohibición casi total del amianto y los productos que lo contienen. Esta prohibición fue el resultado de años de activismo, investigación científica y debates políticos. La prohibición se aplica a la importación, venta y uso de amianto y productos que contienen amianto, con algunas excepciones limitadas para situaciones específicas como el mantenimiento de equipos existentes que contienen amianto o en la disposición de residuos de amianto.

Esta legislación marca un hito en la protección de la salud y la seguridad de los canadienses, alineando a Canadá con las normas internacionales y reconociendo oficialmente los graves riesgos para la salud asociados con el amianto. Sin embargo, la prohibición no elimina por completo el riesgo del amianto en Canadá. Muchos edificios y estructuras construidos antes de la prohibición todavía contienen amianto, y su manejo seguro, así como la renovación o demolición de estas estructuras, sigue siendo un desafío importante.

El legado del amianto en Canadá, por lo tanto, persiste, y la necesidad de educación, gestión de riesgos y vigilancia continúa siendo crucial. Las empresas de retirada de amianto, como la nuestra en Madrid, siguen siendo fundamentales para garantizar que el amianto se maneje y elimine de manera segura, minimizando la exposición y protegiendo la salud de las personas.

En resumen, aunque el amianto está ahora efectivamente prohibido en Canadá, el legado de su uso extensivo y los desafíos que presenta su presencia histórica en edificaciones requieren una atención continua y especializada para garantizar la seguridad y salud de todos los canadienses.