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En uno de nuestros artículos más recientes hablamos acerca de cómo tratar el amianto. En aquel post, nos sumergimos en las distintas acciones de seguridad que debíamos llevar a cabo en funcón del estado en que se encuentra dicho material. No obstante, ¿qué ocurre con el asbesto? Después de todo, solemos utilizar los dos conceptos como sinónimos, ¿pero realmente lo son? En este artículo, vamos a explorar si realmente son dos términos que significan lo mismo o si existen algunos matices entre ellos.

Asbestos amianto

No somos mucho de hacernos los interesantes para que te quedes hasta el final. Nos encanta ir al grano: son dos conceptos diferentes ya que las fibras que componen el asbesto son fibras más rígidas que las que están en el amianto. Pero, por lo demás, estos minerales son prácticamente idénticos. Esa es la razón por la cual el término asbesto y amianto se ha empleado de manera indistinta durante los últimos cincuenta años. Y eso mismo ocurre con su utilización: ambos fueron ampliamente usados en el pasado.

¿Pero por qué? Pues por las propiedades de estos minerales metamórficos fibrosos: resistencia a la acción de álcalis y ácidos, punto de fusión superior a los 1000 grados centígrados, alta flexibilidad, incombustible e insoluble, elevada resistencia eléctrica, elevada resistencia general y, por desgracia, una alta biopersistencia, lo que conlleva que permanecen mucho tiempo en los tejidos humanos una vez inhaladas sus fibras. Y, como ves, la similitud es mayor que la diferencia entre asbesto y amianto.

Asbesto y amianto

En cierta manera, podríamos decir que la diferencia entre asbesto y amianto reside en el estado en el que se presentan los minerales a los que ambos refieren. Porque asbesto y amianto no nos hablan de un mineral, sino de hasta seis minerales diferentes. Más concretamente, se trata del crisotilo, la crocidolita, la tremolita, la actinolita, la amosita y la antrofilita. Más conocidos popularmente como el amianto blanco, amianto azul, amianto gris, amianto verde, amianto marrón y amianto amarillo.

Los dos primeros fueron muchísimo más utilizados durante las décadas en que eran legales en nuestro país, especialmente a causa de una mayor durabilidad. Sin embargo, los otros cuatro también fueron utilizados y explotados comercialmente. Y, aunque algunos resultan más nocivos que otros para la salud, todos generan daños en el organismo humano cuando se expone demasiado a ellos. En este sentido, amianto y asbesto es lo mismo: una fuente de amenazas para las personas que se encuentran cerca.

Amianto y asbesto es lo mismo

Amianto y asbesto es lo mismo cuando se trata de nuestra salud. En ese sentido, no cabe preguntarse cuál de ellos tenemos en casa cuando detectamos uralita antigua. Lo único que debemos hacer en este momento tan importante es contactar con una empresa especializada en la manipulación del amianto y del asbesto de manera que sea inspeccionada. Una vez conozcamos las condiciones en que se encuentra, y por tanto cuál es su grado de amenaza, podremos actuar en consecuencia para protegernos.

Diferencia entre asbesto y amianto

En nuestra empresa llevamos más de veinte años enfrentándonos tanto al amianto como al asbesto. Y, dada nuestra amplia experiencia en el tratamiento autorizado de estos materiales, sabemos que las diferencias entre asbesto y amianto son mínimas y no tienen repercusión en nuestra manera de proceder hacia ellos. Es infinitamente más importante conocer el estado en que se encuentra la uralita con amianto o asbesto, así como la antigüedad del material. No lo dudes más y llámanos. Te ayudaremos.