En la actualidad, con el conocimiento tan avanzado que tenemos acerca de la peligrosidad del amianto, resulta sorprendente descubrir en cuantísimas estructuras está presente. ¿Quién diría que este mineral, calificado como cancerígeno por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), se encuentra entre los materiales de fabricación de muchas calderas repartidas por toda España?
Cuál es el uso del asbesto en calderas
Pues es una realidad: hay amianto en calderas instaladas en nuestro país. En concreto, este mineral metamórfico fibroso tóxico se puede encontrar en las juntas de las puertas de las calderas. Y también en las juntas de las puertas de las estufas de leña y de las estufas de carbón. Por supuesto, no en todas, pero aquellas fabricadas antes del año 2001, cuando entró en vigor la prohibición de uso del amianto y la prohibición de comercialización de productos con amianto, tienen probabilidades de contener este material.
Qué peligros provoca la presencia del amianto en una caldera
El peligro del amianto deriva de la inhalación de sus micropartículas. Estas presentan unas características muy especiales tanto de grosor como de biopersistencia. Es decir, que resisten muchísimo en el organismo pese a los intentos de este por expulsarlas y, además, tienen un grosor muy fino que les permite dañar a las células. No en vano, la inhalación continuada se relaciona con el cáncer de pulmón y con el mesotelioma pleural. Esos son los peligros del amianto en calderas. Es necesario protegerse de ellos.
Toxicidad en el aire y consecuencias
Es importante entender algo del amianto: mientras sus micropartículas permanezcan unidas a otros materiales como el cemento o cualquier otro aglomerante no representan ningún peligro. El problema aparece cuando el material se deteriora por el paso del tiempo y comienza a liberar esas microfibras al ambiente. En el caso de las calderas, el inconveniente radica en que las juntas son precisamente una de las zonas que mayor desgaste sufren, por lo que existen muchas posibilidades de que el amianto se desprenda tarde o temprano.
Cómo identificar la presencia de asbesto en una caldera
Identificar la presencia de asbesto en una caldera a simpel vista no es sencillo. Ni siquiera para los profesionales especializados como nosotros, habituados a trabajar con este tipo de elementos. Todo depende del porcentaje de amianto de la mezcla. En cualquier caso, hay una manera totalmente fiable de medir la presencia de amianto: tomar una muestra del material y realizar un análisis químico. Esto nos da la información no solo de la presencia o no, sino también de la cantidad porcentual exacta en caso afirmativo.
Elementos con este tóxico
Como ya hemos apuntado anteriormente, los elementos con amianto en una caldera son esencialmente las juntas. No obstante, es posible que se encuentre presente en otros elementos como las paredes o la pintura. Y es que el amianto fue utilizado masivamente durante las últimas seis décadas del siglo XX en nuestro país. Las propiedades de resistencia al desgaste, aislamiento térmico, aislamiento acústico y aislamiento eléctrico hicieron de este mineral un material estrella. Hasta que descubrimos su peligrosidad.
Qué sustitutos se pueden utilizar
Existen muchos materiales alternativos al amianto. Entre ellos, pueden encontrarse juntas de fibra de vidrio, juntas de sílice, juntas de acero y juntas de otros tipos de metales. Lo importante es que logren resistir las temperaturas que alcanza la propia caldera. ¿Quieres que nos encarguemos de analizar la tuya para descubrir si tiene amianto? ¿Deseas también que realicemos la sustitución? Nos encargamos.