Uralita es el nombre comercial del fibrocemento con amianto, un material comercializado en nuestro país a lo largo del siglo XX por la empresa Uralita. En concreto, la uralita es un material compuesto por cemento y fibras de amianto en un porcentaje aproximado del 10%. Las cualidades de este material en términos, sobre todo, de aislamiento térmico, aislamiento eléctrico y aislamiento sonoro lo hicieron muy popular y usado en estas décadas. Hasta que fue prohibido en el año 2001 por su toxicidad.
Qué es una uralita de amianto
La uralita de amianto es la combinación del fibrocemento con las microfibras de algunos de los 6 minerales que catalogamos como amiantos. Todos ellos, sin embargo, resultaron ser cancerígenos según los estudios y las investigaciones médicas. Más específicamente, se descubrió que la inhalación de sus fibras produce en el ser humano asbestosis, cáncer de pulmón y mesotelioma pleural.
De ahí que su comercialización y empleo fuera prohibido en nuestro país. Incluso su manipulación. Esa es la razón por la que solo los profesionales que pertenecen a empresas inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) tienen autorización para intervenir el amianto en las tareas de eliminación o transporte. La uralita es un material muy peligroso.
¿Uralita y amianto es lo mismo?
No. Como ya hemos apuntado, uralita es el nombre comercial del fibrocemento que, como su propio nombre indica, es el resultado de la mezcla desigual de cemento con fibras. Hoy en día, en un país en el que amiantos y asbestos están prohibidos, esas fibras provienen del vidrio, del plástico o del metal. Pero en las décadas de ignorancia de la peligrosidad del amianto, entre los años cuarenta del siglo XX y 2001, se usaban las fibras del amianto. El amianto es el mineral en sí. O, más concretamente, cualquiera de los seis minerales en sí.
Riesgos para la salud
Está demostrado científicamente que la exposición permanente a las partículas en suspensión del amianto, y cuando no existen medidas de protección individual como el uso de mascarillas FFP3 y de otros EPIS, está relacionada con un aumento de las probabilidades de padecer asbestos, cáncer de pulmón y mesotelioma, el cáncer producido en los revestimientos de los pulmones. Se trata de un cáncer muy agresivo que aparece en el 80% de los casos a causa de la inhalación de fibras de amianto.
Normativa
Desde el año 2001 reina en nuestro ordenamiento jurídico una normativa relativa al amianto muy estricta y clara: cualquiera de los seis amiantos está terminantemente prohibido. En este sentido, las únicas personas que tienen legitimidad para manipular el amianto somos los profesionales dedicados a su retirada. Después de todo, alguien tiene que ir eliminando las estructuras de uralita con amianto que fueron instaladas a lo largo del siglo XX. Son un riesgo para la salud de las personas.
Alternativas a las uralitas de amianto
Para muchas empresas, especialmente aquellas dedicadas a la construcción, el descubrimiento de que estos minerales metamórficos fibrosos conocidos como amianto eran cancerígenos fue traumático. Al fin y al cabo lo utilizaban muy habitualmente para la construcción de todo tipo de edificios: viviendas, locales, espacios o naves industriales… Había que encontrar soluciones rápidamente.
Y así fue. Tan pronto como entró en vigor la prohibición del uso del amianto, las empresas se lanzaron hacia el desarrollo de materiales alternativos que no tuvieran el peligro de la uralita de amianto. Y de esta manera nacieron la uralita de fibra de vidrio, la uralita de fibra de PVC o la uralita de metacrilato. Parte de las tareas de empresas como la nuestra es realizar la sustitución de uralita con amianto por uralita sin amianto.