La exposición continuada al amianto, y concretamente la inhalación de sus microfibras, está asociado con la aparición de enfermedades como la asbestosis, el cáncer de pulmón o el mesotelioma pleural, una variedad de cáncer muy agresivo cuyo origen se encuentra en un 80% de los casos en el amianto. En este artículo nos vamos a centrar no solo en qué provoca el amianto, sino también en los motivos subyacentes a ello. Como profesionales de la retirada de uralita con amianto conocemos muy bien a este mineral.
¿Por qué el amianto provoca enfermedades?
Amianto es una palabra que refiere a una categoría y no a un mineral concreta. Sin embargo, todos los tipos de amianto comparten unas características fundamentales: son minerales metamórficos fibrosos formados por silicatos. El problema es que dichas fibras son especialmente delgadas y alargadas, lo que aumenta muy considerablemente su capacidad para penetrar en el organismo y dañar las células pulmonares. Y esto no es todo. También tenemos que tener muy en cuenta su biopersistencia.
¿Qué significa esto? Nuestro organismo dispone de un poderoso sistema inmune que ataca a los elementos intrusos. Es así como nos protegemos de muchas enfermedades y potenciales infecciones. Pero en el caso de las fibras de amianto, estas tienen una extraordinaria resistencia y sobreviven en el organismo mucho más tiempo del que querríamos. Eso le da la posibilidad de generar más daños y dar lugar a alguna enfermedad de amianto de las mencionadas anteriormente. Veámoslas detenidamente.
¿Qué enfermedades causa el amianto?
La asbestosis es la afección más común relacionada con la inhalación de micropartículas de amianto. Es una enfermedad neumoconiosística caracterizada por fibrosis pulmonar y, en el peor de los casos, puede llevar a la aparición de otras enfermedades más graves como el carcicoma broncogénico o el mesotelioma pleural, el cual tiene lugar en el revestimiento interno del tórax. Además y para completar esta respuesta a la pregunta de qué enfermedades causa el amianto, debemos citar el cáncer de pulmón.
Síntomas de respirar amianto
Una de las particularidades de los daños provocados por las fibras de amianto es que aparecen entre diez y cuarenta años después de la propia exposición. Una vez aparecen, los síntomas suelen incluir dificultad para respirar, tos seca y persistente, dolor u opresión en el pecho, pérdida de apetito que deriva en delgadez y un fenómeno conocido como palillos de tambor, donde las puntas de los dedos de las manos y de los pies adoptan una morfología más ancha y redonda de lo normal.
Cuánto dura el amianto en el aire
Esta es una pregunta difícilmente contestable. A fin de cuentas, nadie lo ha medido y existen circunstancias muy diversas que pueden condicionar la cantidad de tiempo que las microfibras de amianto se encuentran en el aire. Como las condiciones meteorológicas, las condiciones climáticas o la acción de las personas. Sea como sea, lo que sí sabemos es que el amianto permanece en el ambiente el tiempo suficiente para ser peligroso para los seres humanos. Por eso debemos salvaguardarnos de él.
Cómo eliminar el amianto del cuerpo
Eliminar el amianto del cuerpo de manera voluntaria no es posible. Tras la inhalación de las micropartículas de amianto, el organismo utilizará una capa de mucus hacia la garganta para eliminarlas de los pulmones. El caso es que no las elimina todas, al menos cuando las exposiciones son muy continuadas o muy intensas. En ese sentido, lo más recomendable para protegerse del amianto es la prevención. Tan pronto como veas algún material sospechoso en tu domicilio, llámanos. Nos haremos cargo de todo.