El amianto es una sustancia mineral cancerígena. La exposición continuada al mismo puede generar enfermedades tan graves como son la asbestosis, el mesotelioma pleural o el cáncer de pulmón. Su comercialización y uso fue prohibido en el año 2001 en nuestro país, pero continúa habiendo mucho amianto en los edificios españoles construidos entre la década de los años cuarenta y el propio 2001. De ahí la necesidad de identificar el amianto en edificios y proceder con su retirada profesional.
Cómo saber si hay asbesto en las construcciones
Existen múltiples maneras de comprobar si hay asbesto en las construcciones. La primera de ellas es consultar la fecha de construcción del edificio. Si es posterior a 2001, es completamente imposible que haya amianto incrustado. Su empleo ya estaba ilegalizado. La segunda de ellas, si es anterior al año 2001, es contactar con la empresa promotora o con la empresa constructora para consultarle acerca del uso del asbesto. Por último, y en caso de no obtener tampoco la información deseada por este canal, solo queda contratar a una empresa de retirada de amianto inscrita en el RERA que realice un análisis pormenorizado.
Dónde mirar para encontrar amianto en casa
Existen buenas razones para justificar el empleo masivo del amianto en las construcciones durante décadas. Para empezar, los médicos no tuvieron constancia de la relación entre la exposición al amianto y la aparición de enfermedades hasta finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Además, el amianto tiene unas fibras muy particulares que proporcionan resistencia al desgaste, aislamiento térmico, aislamiento eléctrico y aislamiento acústico a las estructuras. Parecía un material fantástico.
Tejados
Tanto los tejados como los techos son estructuras en las que resulta especialmente habitual encontrar amianto. Al fin y al cabo, todas esas propiedades de resistencia y aislamiento de las que hemos hablado resultan muy útiles aquí. Por suerte, hoy existen materiales sustitutivos como la uralita de PVC o la uralita de fibra de vidrio para instalarlos en lugar de la uralita de amianto.
Paredes y suelos
Además del asbesto en tejados, debemos lidiar en muchas ocasiones con el amianto en paredes y suelos, otras estructuras que se benefician particularmente de las características avanzadas de resistencia y aislamiento del amianto. Para retirarlos es necesario un plan de retirada planteado e implementado por una empresa inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto.
Tuberías y cañerías
También son mucho más comunes de lo que suele pensarse. El problema aquí es la falta de visibilidad. En la mayoría de ocasiones, la gente se percata de la presencia de tuberías, cañerías o bajantes con amianto tras una intervención de pocería en la red de saneamiento de aguas residuales. Tienes un atasco o cualquier otra avería y descubres que tienes amianto en tu domicilio.
Depósitos del agua o bajantes
Por último, y en la lista de estructuras con amianto más habituales en los edificios, están los depósitos de agua. Sí, como lo oyes: los depósitos de aguas de los edificios. Aunque el amianto no es peligroso hasta que envejece o se deteriora, cuando comienza a liberar partículas, es recomendable retirar cuanto antes estos depósitos para garantizar la salud de las personas.
Qué hacer si se encuentra asbesto en la vivienda
Solo existe una manera correcta de actuar ante el descubrimiento de asbesto en viviendas: ponerse en contacto con una empresa RERA que cuenta con autorización para tomar muestras del material, analizarlo químicamente, confirmar su naturaleza de amianto y realizar una retirada conforme a lo establecido en la normativa vigente en nuestro marco jurídico. De hecho, manipular de manera particular el amianto puede conllevar cuantiosas sanciones e incluso constituir un delito contra la salud pública.