Uno de los principales problemas del asbesto, un mineral metamórfico fibroso catalogado como cancerígeno por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), es que se encuentra presente en muchas estructuras cotidianas. Y no solo eso: la mayoría de las personas desconocen cuáles son dichas estructuras, lo que dificulta su identificación, imprescindible para poder proceder con su retirada.
Qué es el asbesto
El término asbesto refiere a seis minerales metamórficos fibrosos muy utilizados durante el siglo XX en el sector de la construcción. Eso se debió principalmente a la particularidad física de sus fibras, que les confiere a los asbestos una gran resistencia y un gran aislamiento térmico, eléctrico e incluso acústico. Sin embargo, y a finales del siglo XX, las autoridades médicas comenzaron a relacionar la exposición a las micropartículas flotantes del asbesto con el desarrollo de enfermedades como el cáncer de pulmón o el mesotelioma pleural. En el año 2001 fue prohibida su comercialización y uso en nuestro país.
Qué contiene asbesto
Estas propiedades naturales hicieron que el asbesto fuera masivamente empleado en construcción. Por eso hay tantísimas estructuras de inmuebles que contienen este mineral. Eso supone hoy un gran problema: es necesario ir identificando poco a poco esas estructuras para completar su retirada y su traslado a un vertedero autorizado donde no suponga un riesgo para la salud de nadie.
Aislamientos de tejados y paredes
De todos los lugares donde hay asbesto, los tejados y las paredes son probablemente los más habituales. Como apuntábamos antes, estos minerales proporciona a las estructuras una gran resistencia al desgaste, además de aislamiento térmico, eléctrico y acústico, lo que obviamente supone una enorme contribución al edificio. O, al menos, si no fuera una sustancia tóxica capaz de enfermar a las personas.
Chimeneas y hornos
Otras estructuras donde se encuentra el amianto son las chimeneas y los hornos. Incluso hornos destinados a cocinar alimentos. En estos casos es especialmente importante detectar la presencia del asbesto e implementar una intervención de eliminación. El asbesto puede llegar a afectar mortalmente a las personas que se ven expuestos a él. Debemos protegernos los unos a los otros como sociedad.
Tuberías de agua caliente y vapor
Las tuberías, las cañerías y las bajantes son otros materiales con asbesto. El problema aquí es que se encuentran generalmente fuera de la vista de las personas y no se descubre la presencia de asbesto hasta que hay un problema en la red de saneamiento de aguas residuales y pluviales y los poceros realizan una inspección. En casos así, solo poceros inscritos en el RERA pueden proceder con el trabajo.
Pintura para los hogares
Además de todo eso, el asbesto fue utilizado en muchas fórmulas de pintura y de adhesivos precisamente para dotarlos de aislamiento y resistencia al desgaste. En especial era muy habitual encontrarlo en paredes pintadas en estilo gotelé. Por suerte, esta es una de las formas de asbesto más fáciles de contrarrestar, aunque siempre de la mano de profesionales autorizados legalmente.
Cómo saber dónde hay asbesto
Reconocer el amianto a primera vista resulta muy complicado. Incluso los profesionales especializados tienen problemas para hacerlo, y que la proporción de asbesto dentro del fibrocemento, su formato más habitual, es aproximadamente del 10%. En este sentido, la mejor manera de salir de dudas es realizando un análisis químico en un laboratorio. Esto permitirá identificar la presencia de amianto e incluso la proporción en la que se encuentra, lo que ayudará a diseñar un plan de retirada óptimo.
Inspección por una empresa RERA
En España, solo las empresas inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) tienen legitimidad para manipular el asbesto. Esto es así debido a que el asbesto nunca es tan peligroso como cuando es tratado, debido a que se desmenuza y comienza a liberar partículas al ambiente. Confía siempre en empresas profesionales como la nuestra.