A lo largo de muchos de nuestros artículos hemos mencionado cómo el amianto, al tratarse de un mineral cancerígeno, está prohibido en nuestro país. Tanto su producción como su comercialización. Sin embargo, la realidad es que existen excepciones, todas ellas relacionadas con ámbitos en las que los profesionales hacen uso de equipos de protección individual muy avanzados que extinguen los riesgos de la exposición. Y uno de esos ámbitos es el ámbito de la investigación química en laboratorios.
Qué es la rejilla de amianto y cómo se utiliza
La rejilla de amianto es una rejilla utilizada para repartir la temperatura de manera uniforme. Está formada por alambre y un centro de asbesto y se emplea como soporte de diferentes recipientes de vidrio, entre los que encontramos los matraces aforados, los vasos de precipitados o los vidrios de reloj. La rejilla está destinada al uso sobre estos elementos cuando van a calentarse con un mechero bunsen.
En este sentido, y una vez conocemos para qué sirve la tela de asbesto, podemos adentrarnos en los sitios en los que puede encontrarse: laboratorios privados, laborarios públicos, universidades, centros educativos de enseñanza avanzada y muchos otros más. El hecho de que permita distribuir homogéneamente el calor a lo largo de las estructuras de laboratorio es imprescindible para muchos procedimientos.
Laboratorios
¿Para qué sirve la rejilla de amianto? Pues primeramente, y como ya hemos indicado, para que se produzca luna deseada distribución homogénea de la temperatura proporcionada por el mechero bunsen. Pero no es solo por eso: el uso de la rejilla también protege las estructuras de laboratorio. ¿Cómo? Muy sencillo: la rejilla impide que la llama del mechero bunsen incida directamente sobre la superficie de vidrio, lo que la protege del deterioro o incluso del daño permanente.
Fachadas
Más allá de ciertos entornos muy específicos, todo cuanto contiene amianto o asbesto se encuentra vetado y prohibido en nuestro país. En este sentido, las fachadas de los edificios construidos a partir del año 2001, el año en que entró en vigor dicha prohibición en nuestro país, no pueden contener ni una pizca de amianto. Y es así para cualquier comunidad autónoma. Sin embargo, sí continúa habiendo muchas fachadas que poseen amianto porque pertenecen a edificios construidos antes de 2001. Trabajamos para su retirada.
Material ignífugo
Hace muy poquito hablamos en otro de los artículos de nuestro blog de las increíbles propiedades aislantes del amianto. Por un lado, la propiedad de aislamiento eléctrico. Por otro lado, la propiedad de aislamiento sonoro. Y, por último, pero muy importante, la propiedad de aislamiento térmico. En este sentido, el asbesto y el amianto eran clave para mantener estables las temperaturas internas de los edificios. Hoy se usan otros materiales alternativos ante la prohibición permanente y terminante del amianto.
¿Qué tipo de material es la tela de asbesto?
La rejilla de asbesto, también conocida como malla metálica, no es otra cosa que una tela de alambre de una geometría cuadrangular y que contiene en su parte central una porción de algunos de los amiantos que hay en la naturaleza. Concretamente, existen hasta tres variedades diferentes de amianto, cada uno de ellos con unas propiedades ligeramente distintas.
Entre las ventajas de este elemento se encuentra su punto de fusión superior a los 1000 grados, su enorme resistencia a la acción de los ácidos y los alcalinos, su elevada flexibilidad fibral, su carácter insoluble, su carácter incombustible y su elevada resistencia eléctrica. Además, soportan muy bien el desgaste tanto tras la manipulación como tras el paso del tiempo.