El amianto es un mineral presente en muchos inmuebles españoles desde hace décadas. Un mineral metamórfico fibroso que, una vez inhalado, comienzar a provocar daños en las células del organismo que deriven décadas después en enfermedades muy graves como el mesotelioma pleural o el cáncer de pulmón. En este sentido, la medición ambiental del amianto es importantísima para detectar cuándo un entorno concreto contiene micropartículas flotantes de amianto que puedan ser inhaladas por los seres humanos.
Cómo realizar un análisis medioambiental por amianto
El análisis medioambiental del amianto se realiza mediante la técnica de la microscopia en contraste de fase. Este método proporciona un porcentaje de fibras de amianto en el ambiente extremadamente preciso que permite a los técnicos especializados conocer el nivel de peligrosidad del mismo. Además, también se implementan métodos de espectrofotometria infrarroja o recuento de fibras para analizar la presencia de amianto en estructuras sólidas. Un doble estudio que nos aporta una perspectiva detallada de la situacíón.
Procedimiento para la toma de la muestra
La toma de la muestra se lleva a cabo de manera diferente en función de si se analiza el aire del ambiente o un elemento estructural que se encuentra situado en el mismo. Como ya hemos contado, para lo primero se aplica el método de la microscopia ambiental, mientras que para lo segundo se utiliza la espectrofotometria infrarroja o el recuento de fibras. Todo ello se realiza obviamente mediante tecnología de última generación que arroja conclusiones firmes.
Elementos usados para el test
Además de todo eso, y para alegría de todo el mundo, se están desarrollando tecnologías capaces de detectar los niveles de amianto con la ayuda de la inteligencia artificial. Todo ello con la única finalidad de facilitar la identificación de los ambientes tóxicos exponiendo tan poco como sea posible a los profesionales. A fin de cuentas, son ellos quienes tienen que sumergirse en estos entornos potencialmente llenos de amianto. Su seguridad es lo más importante.
Cuál es el índice límite permitido de amianto
El índice de amianto permitido en nuestro país, según la normativa jurídica vigente, es de 0,1 fibras por centímetro cúbico. Esto es así para todo tipo de trabajadores con exposición al amianto, para cualquier actividad normal o para cualquier operación en la que se manipulen materiales que contengan amianto entre sus ingredientes. No obstante, la realidad es que los estudios médicos demuestran que no hay una cantidad segura de amianto a la que exponerse. En realidad, y hasta donde sabemos, la exposición siempre es peligrosa.
Esa es la razón por la que todas las estructuras con amianto deben ser retiradas paulatinamente de los edificios en los que se encuentra instalada para poco a poco liberar a la sociedad de su amenaza. Así, durante los últimos años el índice de descontaminación del amianto ha aumentado considerablemente, aunque queda muchísimo trabajo por hacer. Los equipos profesionales como el nuestro seguimos ahí fuera trabajando para eliminar cualquier resto de uralita de amianto. Y no pararemos hasta hacerlo desaparecer.
Cómo descontaminar la zona afectada
La única manera de descontaminar una zona afectada por amianto es localizar la fuente que lo ha liberado y retirarla de manera segura. Esto implica seguir todas las instrucciones establecidas en la normativa de retirada de amianto vigente, lo que incluye por supuesto una serie de medidas de seguridad avanzadas, entre las que se encuentran el uso de EPIs de máxima calidad. Los restos deberán llevarse a un vertedero de amianto autorizado y las micropartículas del ambiente absorberse mediante tecnología avanzada.