Las placas pleurales son lesiones conformadas por tejido fibroso que se localizan en la pleura parietal, la capa pleural asociada a las paredes de la cavidad pleural, que a su vez recubre la parte interna de la pared torácica y la parte torácica del diafragma. Estas lesiones suelen estar provocadas por la exposición de las personas al asbesto. De hecho, y según un artículo publ en la Revista chilena de enfermedades respiratorias, lo padecen entre un 3% y un 58% de los trabajadores expuestos a las fibras de asbesto, así como entre el 0,5% y el 0,8% de la población general. ¿Pero qué es el asbesto exactamente?
Qué es el asbesto
Asbesto es un término utilizado frecuentemente para designar a un conjunto de minerales metamórficos fibrosos. Estos minerales tienen unas fibras muy particulares que proporcionan resistencia al desgaste, aislamiento térmico, aislamiento eléctrico y aislamiento acústico, lo que desembocó en que las empresas constructoras lo utilizaran muy a menudo para sus edificios. Al menos hasta el año 2021, cuando fue prohibido en nuestro país a causa del descubrimiento de su toxicidad. Entre otras cosas, la identificación de placas pleurales por asbesto colaboró en ese descubrimiento. Profundicemos.
Relación entre la enfermedad pleural y el asbesto
La exposición continuada al asbesto se relaciona principalmente con cuatro afecciones: la asbestosis, el cáncer de pulmón, el mesotelioma pleural maligno y las placas pleurales. Algunas de ellas, como estas dos últimas, suceden principalmente a causa de esta exposición, siendo más extraño su desarrollo por otros motivos ajenos al asbesto. El problema de las fibras de estos minerales es que son muy finas y de una gran biopersistencia, lo que implica que pueden penetrar en las células y resistir en el organismo durante mucho tiempo. Hasta tal punto que las enfermedades aparecen normalmente tras varias décadas.
Cuáles son las lesiones de la pleura parietal por amianto
Las lesiones provocadas por el amianto, otra manera popular de llamar al asbesto, en la pleura parietal, son principalmente cuatro. La primera de ellas es el derrame pleural, que se produce cuando existe un exceso de líquido en la pleura. La segunda es el neumotórax, la acumulación de aire o gases en la pleura. La tercera es la pleuresía. Y la cuarta es la calcificación. De estas dos últimas hablaremos más detalladamente por constituir afecciones especialmente condicionantes.
Inflamación de la zona
También conocida como pleuresía. Se trata de la inflamación de la propia pleura, lo cual provoca una sensación profunda de dolor en los intentos por respirar. Además, también suelen acompañar otros síntomas muy desagradables como la falta de aire y, en menor medida, otros como la tos o la fiebre. Esta afección puede producirse junto con el derrame pleural, la atelactasia o colapso por presión o el empiema o infección por acumulación de líquido.
Calcificación pleural
La calcificación pleural consiste en el engrosamiento y endurecimiento de la zona de la pleura. Cuando solo se encuentra afectada una pequeña área de esta, la persona puede incluso no presentar síntomas, pero cuando el área afectada es mayor pueden darse circunstancias como la dificultad de respirar. Esto es así porque la fibrosis y la calcificación impiden que los pulmones realicen su movimiento natural de expasión durante la inspiración.