El amianto, también conocido como asbesto, es un material que ha sido ampliamente utilizado en la construcción hasta finales del siglo XX debido a sus características de resistencia al fuego, aislamiento térmico y acústico.
Sin embargo, se ha demostrado que este material puede causar graves problemas de salud, especialmente en la de los trabajadores expuestos al amianto.
En este artículo, vamos a explorar qué empleados pueden estar en contacto con el asbesto, la importancia de realizar un reconocimiento médico regular a los trabajadores expuestos al amianto y qué medidas preventivas contra el amianto se pueden adoptar.
¿Por qué los trabajadores expuestos al asbesto corren riesgo?
Los trabajadores expuestos al asbesto corren riesgo porque cuando los materiales que contienen amianto se dañan o deterioran, pueden liberar fibras minúsculas de asbesto al aire.
Estas fibras, al ser inhaladas, pueden alojarse en los pulmones y causar enfermedades graves a largo plazo como asbestosis, cáncer de pulmón y mesotelioma.
Muchas de estas condiciones son irreversibles y potencialmente mortales, haciendo de la exposición al asbesto un grave riesgo laboral.
¿Qué trabajadores están expuestos al asbesto?
En general, los trabajadores de demolición de edificios, quienes demuelen tablaroca o cartón-yeso o quienes manipulan y retiran asbesto son los que presentan un mayor nivel de exposición y, por tanto, mayor riesgo.
Por otro lado, los bomberos y trabajadores de la industria automovilística también pueden estar expuestos a las fibras de asbesto, por lo que también son susceptibles de contraer alguna enfermedad derivada de dicha exposición.
En resumen, los trabajadores expuestos al amianto con más riesgo son aquellos que realizan las siguientes actividades:
- Trabajos de demolición de construcciones donde exista amianto o materiales que lo contengan.
- Trabajos de desmantelamiento de elementos, maquinaria o utillaje donde exista amianto o materiales que lo contengan.
- Trabajos y operaciones destinadas a la retirada de amianto, o de materiales que lo contengan, de equipos, unidades (tales como barcos, vehículos, trenes), instalaciones, estructuras o edificios.
- Trabajos de mantenimiento y reparación de los materiales con amianto existentes en equipos, unidades (tales como barcos, vehículos, trenes), instalaciones, estructuras o edificios.
- Trabajos de mantenimiento y reparación que impliquen riesgo de desprendimiento de fibras de amianto por la existencia y proximidad de materiales de amianto.
- Transporte, tratamiento y destrucción de residuos que contengan amianto.
- Vertederos autorizados para residuos de amianto.
En definitiva, todas aquellas otras actividades u operaciones en las que se manipulen materiales que contengan amianto, siempre que exista riesgo de liberación de fibras de amianto al ambiente de trabajo.
Del mismo modo, también pueden ser trabajadores expuestos al amianto aquellos que hayan desarrollado, con anterioridad a 2001, alguna de las actividades siguientes:
- Trabajos de extracción, manipulación y tratamiento de minerales o rocas amiantíferas.
- Fabricación de tejidos, cartones y papeles de amianto.
- Tratamiento preparatorio de fibras de amianto (cardado, hilado, tramado, etc.).
- Aplicación de amianto a pistola (chimeneas, fondos de automóviles y vagones).
- Trabajos de aislamiento térmico en construcción naval y de edificios y su destrucción.
- Fabricación de guarniciones para frenos y embragues, de productos de fibrocemento, de equipos contra incendios, de filtros y cartón de amianto, de juntas de amianto y caucho.
- Carga, descarga o transporte de mercancías que pudieran contener fibras de amianto.
Reconocimiento médico de los empleados en contacto con el asbesto
Debido a los riesgos que supone la exposición a este material tóxico, es fundamental que a los trabajadores expuestos al amianto se les realice un reconocimiento médico regular durante toda su actividad laboral, e incluso después.
Este reconocimiento debe llevarse a cabo en varias etapas, las cuales detallaremos a continuación.
Al inicio de la actividad laboral de riesgo
Desde el primer momento en el que los empleados empiecen a trabajar en un ambiente que pueda tener exposición al asbesto, es necesario llevar a cabo un examen médico inicial.
Este reconocimiento tiene el objetivo de establecer una línea base de la salud del trabajador, que servirá para detectar posibles cambios o deterioros en su salud a lo largo del tiempo.
Durante la actividad laboral
Una vez que el empleado comienza su actividad laboral, es esencial realizar revisiones médicas regulares. Estas revisiones permiten identificar tempranamente cualquier signo de enfermedad relacionada con la exposición al asbesto. De esta manera, se pueden implementar medidas correctivas lo antes posible y cuidar mejor de la salud de los trabajadores expuestos al amianto.
Tras el cese de dicha actividad laboral
Incluso después de que los empleados hayan dejado de trabajar en un ambiente de exposición al asbesto, es importante continuar con los chequeos médicos.
Esto se debe a que las enfermedades relacionadas con el asbesto, como el mesotelioma y la asbestosis, pueden tardar muchos años en manifestarse después de la exposición inicial.
Protección para trabajadores expuestos al amianto
Una de las principales formas de proteger a los trabajadores expuestos al amianto es evitar o reducir al máximo posible su contacto con este material.
En caso de que no quepa esta posibilidad, es fundamental que los empleados utilicen un equipo de protección personal (EPP) adecuado, como podrían ser máscaras de protección respiratoria, guantes, gafas de seguridad y ropa de protección, entre otros.
También es esencial formar a los trabajadores expuestos al amianto sobre los riesgos del asbesto y enseñarles a manipularlo de manera segura. Otro punto importante es la implementación de protocolos de trabajo seguro, así como la realización de evaluaciones regulares de riesgo en el lugar de trabajo.
A continuación te dejamos un resumen del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, en el que se especifican las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.
- Equipos de protección respiratoria. Se hace hincapié en el uso de mascarillas auto-filtrantes FFP3 o con filtros contra partículas tipo P3.
- Ropa de protección. También se define el uso de ropa de protección óptima para evitar el contacto físico con las partículas contaminantes del amianto. Para trabajadores expuestos al amianto, lo mejor es utilizar trajes de un solo uso y que aíslen completamente al empleado.
- Procedimiento. Como hemos comentado anteriormente, los trabajadores expuestos al amianto que corren mayor riesgo son los que principalmente realizan trabajos de retirada de este material. En estos casos, y con el objetivo de prevenir mejor los riesgos, es recomendable delimitar varias zonas aisladas completamente en las que el profesional puede preparar todo el equipo antes de entrar al lugar donde manipulará los materiales. De igual modo, debe utilizar las zonas aisladas para descontaminar su equipación antes de irse de este recinto.
¿Cómo saber si tengo amianto en mi trabajo?
Si trabajas en un edificio construido o renovado antes del 2000, existe la posibilidad de que contenga amianto. Los materiales de amianto suelen ser difíciles de identificar solo por su apariencia.
Por eso, si sospechas que puedes estar expuesto al asbesto en tu trabajo, es importante que hables con tu empleador o con el servicio de prevención de riesgos laborales de tu empresa.
En caso de duda, lo mejor es acudir a una empresa de retirada de amianto como la nuestra. Nuestro equipo de especialistas está capacitado para realizar pruebas de detección de amianto de forma segura y efectiva. De esta forma podrás salir de dudas y velar por tu salud y seguridad en el trabajo.