La salud y seguridad de nuestros pequeños son prioritarias y es esencial tener una conciencia clara sobre los peligros potenciales que pueden enfrentar.
Uno de estos riesgos proviene del amianto, un mineral que fue ampliamente utilizado en la construcción hasta los años 80 y que aún se encuentra en muchas estructuras hoy en día.
En este artículo, te explicaremos cómo afecta el amianto a los niños y cómo puedes protegerlos de sus efectos nocivos
¿Cómo afecta el amianto a los niños?
Entender cómo afecta el amianto a los niños es fundamental para proteger su salud y bienestar. Aunque el amianto puede ser perjudicial para personas de todas las edades, en los niños, estos efectos pueden ser más pronunciados debido a su sistema inmunológico y órganos aún en desarrollo, así como a su frecuencia respiratoria más elevada.
Efectos inmediatos en la salud
La inhalación de fibras de amianto puede causar una serie de problemas de salud en los niños, que incluyen:
- Irritación en los ojos, la nariz y la garganta.
- Tos persistente derivada de la inhalación de fibras de amianto.
- Dificultades respiratorias como consecuencia del bloqueo de las vías respiratorias producido por dichas fibras..
Estos efectos pueden ser temporales y desaparecer una vez que se elimina la exposición al amianto. Sin embargo, pueden ser una fuente de angustia y malestar para los niños.
¿Es más peligroso el asbesto en niños que en adultos?
La investigación sugiere que la exposición al amianto puede ser más peligrosa para los niños que para los adultos por varias razones:
- Ritmo de respiración. Los niños respiran a un ritmo más rápido que los adultos, lo que significa que pueden inhalar más fibras de amianto en el mismo periodo de tiempo.
- Longevidad. Los niños tienen más tiempo para desarrollar enfermedades relacionadas con el asbesto, que pueden tardar décadas en manifestarse.
- Desarrollo. Los órganos de los niños están en desarrollo, por lo que la exposición al amianto puede tener un impacto más grave en su salud.
Efectos secundarios del amianto en niños
Los niños que se exponen al amianto pueden enfrentarse a varios efectos secundarios, que se extienden más allá de las dolencias físicas directas.
A medida que aprendemos más sobre el impacto del amianto en los niños, se hace evidente que la exposición puede tener un impacto profundo y duradero en su salud y desarrollo.
En este apartado examinaremos algunos de estos efectos secundarios y cómo pueden manifestarse a lo largo del tiempo.
Desarrollo cognitivo y de aprendizaje
Los efectos del amianto en el desarrollo cognitivo y el aprendizaje de los niños son un área de investigación activa. Algunos estudios han sugerido que la exposición al amianto puede afectar el desarrollo del cerebro y llevar a problemas de aprendizaje o retrasos en el desarrollo.
Este es un área que requiere más investigación, pero es importante tener en cuenta el potencial de impacto en esta parte de desarrollo en la niñez.
Trastornos emocionales y de comportamiento
Los niños que han estado expuestos al amianto pueden experimentar efectos emocionales y de comportamiento. El estrés de enfrentarse a problemas de salud puede llevar a la ansiedad y la depresión.
Además, los niños pueden desarrollar problemas de comportamiento como resultado de la dificultad para lidiar con la enfermedad o el miedo a los procedimientos médicos.
Problemas sociales y de relación
Los problemas de salud relacionados con el amianto pueden afectar la capacidad de un niño para interactuar socialmente con sus compañeros.
Por ejemplo, pueden tener que faltar a la escuela debido a enfermedades o tratamientos médicos, lo que puede llevar a la sensación de aislamiento o dificultades para mantener amistades.
Esto puede tener un impacto a largo plazo en sus habilidades sociales y su bienestar emocional.
Problemas de crecimiento y desarrollo físico
La exposición al amianto puede causar problemas de crecimiento y desarrollo físico en los niños. Las enfermedades respiratorias suelen dificultar la actividad física y el crecimiento normal, y algunos tratamientos médicos pueden tener efectos secundarios que afectan el desarrollo físico.
Exposición de los niños al amianto
El hecho de estar expuestos a este mineral puede ser un peligro oculto en la vida diaria de los niños. Aunque este material ha sido prohibido en muchos países, sigue presente en muchas áreas y productos, potencialmente poniendo a nuestros niños en riesgo.
Veamos más detalladamente los lugares y situaciones comunes donde los niños pueden estar expuestos al amianto.
Productos para niños
Aunque sea difícil de creer, algunos productos diseñados para los más pequeños pueden contener trazas de amianto, especialmente los más antiguos o importados de países con regulaciones menos estrictas.
Los juguetes antiguos, los crayones y hasta los equipos de seguridad, como algunos cascos de bicicleta, pueden contener este material nocivo.
Por este motivo es tan importante tener precaución con los productos antiguos y verificar siempre las regulaciones de seguridad de aquellos productos infantiles que hayan sido importados.
Medios de transporte
Los vehículos más antiguos, como autobuses y trenes, pueden tener componentes que contienen amianto, como los frenos y los sistemas de calefacción.
Aunque es poco probable que los niños se expongan directamente a estas partes del vehículo, el desgaste y el deterioro de estos componentes puede liberar fibras de amianto al aire, lo que puede ser inhalado por los pasajeros, incluyendo los niños.
Aquí te dejamos más información sobre el amianto en trenes y dónde está el amianto en el metro de Madrid.
Colegios y otros edificios públicos
Las escuelas y otros centros educativos construidos antes de la prohibición del amianto pueden contener este material en techos, aislamientos y otros componentes de la estructura.
Aunque normalmente es seguro mientras esté en buen estado, el amianto puede volverse peligroso si se daña o se deteriora, liberando fibras dañinas al aire que pueden ser inhaladas por los niños.
Su propia casa
Muchas casas construidas antes de los años 80 pueden tener amianto en una variedad de lugares, incluyendo aislantes, baldosas, techos y paredes.
Este material puede ser peligroso si se rompe o se desmorona durante las reformas o el mantenimiento de la casa, liberando fibras de amianto al aire.
Es importante tener precaución al realizar reformas en casas antiguas y considerar la posibilidad de realizar una inspección de amianto si sospechas que tu casa puede contener este material.
Si quieres saber más, en nuestro blog te explicamos cómo reconocer el amianto.
Mitigación y prevención de la exposición al amianto en los niños
La seguridad y el bienestar de nuestros niños es siempre nuestra principal preocupación. Para protegerlos de los peligros del amianto, existen varias medidas que podemos tomar para evitar cualquier riesgo.
Identificar la presencia de amianto
El primer paso para proteger a los niños del amianto es identificar su presencia. Si vives en una casa construida antes de los años 80, podría haber amianto en el aislamiento, los techos o las paredes.
También es importante investigar la posible presencia de amianto en las escuelas y otros edificios públicos que los niños frecuentan.
Tal y como comentábamos antes, es fundamental llevar a cabo inspecciones realizadas por profesionales expertos en amiantos para poder determinar la presencia de este material.
Retirada de asbesto
Si se encuentra amianto, es crucial que sea retirado de manera segura. Este proceso debe ser realizado siempre por profesionales, ya que intentar hacerlo uno mismo puede liberar fibras de amianto al aire y aumentar la exposición.
Nosotros somos expertos en la retirada de amianto en Madrid, asegurándonos de que se haga de la manera más segura posible, protegiendo así a tu familia y especialmente a tus hijos.
Además, es importante informar a las autoridades pertinentes si se encuentra amianto en las escuelas o en otros edificios públicos. Los profesionales pueden realizar un plan de gestión del amianto para garantizar que se retire de manera segura y eficaz.