El asbesto puede presentarse en dos formas: friable y no friable. Aunque es importante tener en cuenta que ambos tipos pueden ser perjudiciales, en este artículo nos centraremos específicamente en el amianto no friable.
Te contaremos todo sobre este tipo de asbesto, incluyendo sus características principales, en qué se diferencia respecto al friable y cómo actuar en caso de detectar su presencia.
Qué es el amianto no friable
El asbesto no friable se refiere a aquel que está mezclado con otros materiales, generalmente en una proporción mayor al 1%, y que, bajo condiciones normales, no puede ser desmenuzado, pulverizado ni reducido a polvo por la presión manual.
Este tipo representa un riesgo menor de liberar fibras al ambiente en comparación con el amianto friable, pero aún así puede ser perjudicial si se manipula incorrectamente.
Características de este tipo de asbesto
El amianto no friable posee determinadas propiedades que lo convirtieron en un material muy popular en industrias de todo tipo, principalmente a lo largo del siglo XX. Esto hizo que fuera extensivamente utilizado en una gran cantidad de productos comerciales e industriales.
Algunas de las propiedades por las que destaca el amianto no friable son las siguientes:
- Resistencia al fuego y calor. Este material es altamente resistente al calor y al fuego. Esto hizo que este tipo de asbesto se utilizara frecuentemente en materiales de construcción, como los productos de cemento de amianto, para prevenir la propagación del fuego.
- Durabilidad. El asbesto es extremadamente duradero, resistiendo efectivamente la degradación y el desgaste con el tiempo. Esta propiedad condujo a su uso en una variedad de aplicaciones de construcción y aislamiento.
- Aislamiento. Este mineral también tiene excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico, lo que aumentó su demanda para su uso en productos como los revestimientos y las baldosas de vinilo-asbesto.
- Resistencia a productos químicos. El amianto es resistente a muchas reacciones químicas y no se descompone fácilmente. Esto ha permitido su uso en entornos que exigen alta resistencia química, como industrias y laboratorios.
En qué tipo de materiales se puede encontrar comúnmente
Aunque su uso ha sido prohibido en muchos países, aún se pueden encontrar rastros de este material en estructuras antiguas.
Si estás viviendo o trabajando en un edificio que fue construido antes de la prohibición del asbesto, es crucial estar al tanto de los posibles lugares donde este puede estar presente.
Aquí te dejamos una lista de algunos de los materiales más comunes donde se puede encontrar amianto no friable:
- Tejas y paneles de fibrocemento. Muchas tejas y paneles fabricados antes de la década de los 80 pueden contener asbesto. Estos productos son comunes en techos, paredes y cercas.
- Baldosas de suelo de vinilo. El amianto fue un aditivo común en baldosas de vinilo y el pegamento utilizado para instalarlas.
- Revestimientos de vinilo. Algunos revestimientos exteriores de vinilo y tableros de revestimiento contienen asbesto.
- Productos de aislamiento. Muchos productos de aislamiento, especialmente aquellos utilizados en calderas y tuberías, pueden contener amianto.
- Juntas y selladores. Algunos selladores, masillas y adhesivos utilizados en la construcción pueden contener asbesto.
- Compuestos de parcheo y texturizado. Algunos compuestos para parchear y texturizar utilizados en paredes y techos pueden contener amianto.
¿Cuál es la diferencia entre el amianto no friable y el friable?
La principal diferencia radica en su capacidad para liberar fibras al ambiente. El asbesto friable puede descomponerse fácilmente en fibras microscópicas que pueden ser inhaladas, representando un alto riesgo para la salud.
Por otro lado, el amianto no friable, si se encuentra en buen estado y no se manipula de forma indebida, presenta un menor peligro.
Riesgos para la salud derivados de la exposición al amianto no friable
Aunque el amianto no friable no libera fibras de asbesto al aire tan fácilmente como el amianto friable, todavía puede ser peligroso si se altera o se descompone, por ejemplo, durante las renovaciones de viviendas.
La inhalación de estas fibras puede conducir a enfermedades graves como asbestosis, mesotelioma o cáncer de pulmón.
Normativas y leyes sobre el amianto no friable
En España, la normativa es clara: cualquier trabajo que implique manipulación de materiales que contengan asbesto debe ser realizado por empresas autorizadas.
En el caso del amianto no friable, aunque es menos probable que libere fibras, sigue siendo obligatorio seguir un procedimiento específico de eliminación para asegurar la seguridad de todos.
Todo esto se recoge principalmente en el Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto y en el Real Decreto 396/2006.
Qué hacer si se detecta amianto no friable
La detección de asbesto no friable en una estructura puede ser preocupante, pero hay varias opciones disponibles para abordar este problema de manera segura y eficaz.
Si sospechas o confirmas la presencia de este material, es crucial actuar de inmediato para minimizar el riesgo de exposición. Eso sí, siempre contando con ayuda de profesionales.
A continuación te explicamos las distintas estrategias que pueden implementarse.
Reparación
La reparación o recubrimiento se lleva a cabo cuando el material con amianto se ha deteriorado pero aún mantiene su integridad estructural. En este caso, se reparan los daños y se recubre el material para evitar la liberación de fibras.
Eliminación completa
Retirar completamente el amianto siempre será la opción más recomendada y segura, especialmente si está muy deteriorado, o si se van a realizar renovaciones o demoliciones que podrían alterar el material y liberar fibras al aire.
El proceso de eliminación completa de amianto no friable es un trabajo que requiere de experiencia y conocimientos especializados.
Para llevarlo a cabo es necesario realizar un análisis previo de la situación y así desarrollar un plan de trabajo, incluyendo el aislamiento de la zona afectada.
Una vez hecho esto, los profesionales, debidamente equipados con trajes de protección, procedemos a su retirada, embolsando el material tóxico cuidadosamente y etiquetándolo para su transporte.
Por último, se lleva a un vertedero autorizado para la recepción de este tipo de residuos y se procede a limpiar el lugar en el que estaba para asegurar que no queda ningún resto.
De nuevo, ten en cuenta que todo esto se debe realizar siempre bajo estrictas medidas de control para proteger la salud de todos los implicados y evitar la contaminación del entorno.
Si quieres saber más sobre este proceso, en nuestro blog te contamos cómo se elimina el amianto.
En conclusión, aunque el amianto no friable es menos peligroso que el friable, aún puede representar un riesgo para la salud si se maneja incorrectamente.
Por este motivo es fundamental que cualquier material que pueda contener amianto sea manipulado y retirado por profesionales capacitados.
En nuestra empresa de retirada de amianto en Madrid, estamos comprometidos con la salud y seguridad de nuestros clientes, proporcionando un servicio eficiente y confiable en todo momento. Cuenta con nosotros para una eliminación segura para todos.